El obispo Uriarte reclama que ni la "crispación, la impaciencia o las ambiciones electorales" impidan conseguir la paz

Actualizado: martes, 1 agosto 2006 16:08

SAN SEBASTIAN, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, afirmó hoy que la paz requiere como elementos "básicos e imprescindibles" la "generosidad" y la "altura de miras" y abogó por que "ni la crispación, ni la indiscreción, ni la impaciencia, ni el derrotismo, ni el pugilato por el protagonismo ni las ambiciones electorales" impidan conseguir que "lo que hoy parece posible sea un día no lejano una realidad".

Uriarte transmitió estas palabras durante la misa que ofició hoy en la Basílica de Loyola, en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, con motivo de la festividad de San Ignacio.

A la misma acudieron el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y miembros del Ejecutivo vasco como los consejeros Miren Azkarate, Tontxu Campos, Esther Larrañaga, Nuria López de Gereñu, la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, así como una representación de los diputados forales con el diputado general, Joxe Joan González de Txabarri, a la cabeza y la presidenta de las Juntas Generales, Leire Ereño.

En su homilía, el obispo de San Sebastián señaló que "ninguno es dueño de la verdad completa" al tiempo se refirió al ejemplo de las figuras de San Ignacio y San Francisco Javier que, a pesar de sus "sensibilidades políticas contrapuestas", supieron que era posible "disentir sin romper la unión" y sin "renunciar a sus particulares sensibilidades".

PEAJE COMPARTIDO DE AUTOLIMITARSE

En ese sentido, se preguntó si "no encierra su actitud un mensaje para este pueblo nuestro tan reacio a asumir la diferencia, a gestionarla positivamente, a posponer los acuerdos ideológicos hoy imposibles para encontrar fórmulas prácticas que paguen el peaje compartido de autolimitarse para generar una convivencia en paz".

"¿No estamos llamados a converger, por encima de nuestras divergencias en la construcción del bien superior de la paz?", se cuestionó para pedir que "la pasión que fácilmente encienden las cuestiones políticas no nuble nuestra lucidez ni menoscabe el anhelo superior de una paz que esperamos y de la que todos somos, en nuestra medida, responsables".