>
MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Francia, Portugal, Reino Unido, Argentina, Brasil, Chile, Méjico y Filipinas formarán parte de la Comisión Internacional contra la pena de muerte anunciada esta semana por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como parte de una iniciativa para abolir la pena de muerte.
Según informó hoy el Palacio de la Moncloa en un comunicado, Zapatero expuso esta mañana su iniciativa a la secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan, y ésta expresó su respaldo al plan y le felicitó por el liderazgo español para acabar con las ejecuciones y por su anuncio de la próxima puesta en marcha de un Plan Nacional de Derechos Humanos.
En su reunión, ambos abordaron también la gestión de la inmigración ilegal y cómo abordarla sin poner en riesgo los derechos humanos.
La creación de una Comisión Internacional para abolir la pena de muerte fue una iniciativa anunciada por Zapatero el pasado lunes, en su primer discurso sobre política exterior de la legislatura. El Ejecutivo considera que, si bien los gobiernos de la comunidad internacional no puede "poner fin a la pobreza y a las guerras, sí están en condiciones de abolir la pena de muerte".
La Comisión, explicó hoy Moncloa, tendrá como objetivo lograr a largo plazo la abolición universal de la pena de muerte. Tendrá un enfoque multirregional y estará integrada por personalidades internacionales, que desempeñen o hayan desempeñado responsabilidades políticas y de gobierno, así como con capacidad de difundir un discurso aglutinador para la abolición de la pena de muerte.
Además, el Gobierno quiere asociar a los trabajos de esta Comisión Internacional a relevantes organizaciones no gubernamentales y representantes de la sociedad civil, como Amnistía Internacional o la Coalición Mundial contra la pena de muerte.
PARTE DE OBJETIVOS DEL MILENIO
Para lograr la abolición definitiva, el Gobierno español propone una enfoque gradual basado en tres líneas de actuación, empezando por conseguir moratoria de ejecuciones en el año 2015, cuando la comunidad internacional se propone alcanzar los Objetivos del Milenio (ODM). El Gobierno cree que esta iniciativa podría desarrollarse en el marco de estos objetivos, especialmente en lo relativo a la lucha contra la pobreza, la mejora de las condiciones sanitarias y de la educación.
En segundo lugar, propugnará la abolición universal de la pena capital para personas condenadas a muerte por crímenes cometidos cuando aún eran menores de edad, algo que está previsto en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención de Derechos del Niño.
En tercer lugar, quiere abrir un debate sobre la posibilidad de la abolición universal de la pena de muerte para personas aquejadas de una enfermedad mental grave, que podría ser considerada en un momento posterior, o de discapacitados intelectuales.
CUBA Y FLIPINAS
Además, el Gobierno recordó que durante la pasada legislatura el Ejecutivo de Zapatero fue especialmente activo en el objetivo de acabar con la pena de muerte, y que este tema fue central en el diálogo político con Filipinas, primer país asiático que ha abolido la pena de muerte, o en el diálogo de derechos humanos con Cuba, que ha decidido introducir una moratoria de facto.
Moncloa recordó que en los últimos años se han llevado a cabo importantes iniciativas internacionales sobre la pena de muerte, incluida una Declaración sobre moratoria con vistas a la abolición de la pena capital ante el 61 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas (2006) y la Resolución sobre la misma cuestión aprobada por la 62 Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 2007.
Esta resolución contó con un número de copatrocinios superior a cien, aunque 58 países emitieron, el 2 de febrero de 2008, una "nota verbal" para desvincularse de ella.