MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara arremetió este miércoles contra la política antiterrorista del Gobierno durante la pasada legislatura y advirtió de que "el aparente cambio de rumbo" actual no es otra cosa que "una maniobra de distracción" para retomar la negociación con ETA.
Ortega Lara recibió de manos del ex presidente del Gobierno José María Aznar el premio 'Coraje Cívico' del Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo de la Fundación San Pablo CEU y, en su discurso de agradecimiento, criticó al Ejecutivo socialista por haber "abandonado" el pacto antiterrorista "que tan buenos frutos dio".
En este contexto, reivindicó la llamada rebelión cívica que llevó a miles de ciudadanos a manifestarse contra la negociación con ETA y acusó al Gobierno de pretender conducir a las víctimas al "ostracismo y la marginalidad". "Pero el aparente cambio de rumbo actual no es sino una nueva maniobra de distracción para volver a esa vergonzosa negociación cuando las circunstancias lo permitan", advirtió.
"No estamos en una sociedad de patricios y plebeyos --reivindicó--. La vida de un guardia civil o de cualquier otro ciudadano tiene el mismo valor que la del presidente del Gobierno. La pérdida de esa vida humana no debe ser amortizada como un simple efecto colateral, me pregunto si los gobernantes están dispuestos a arriesgar con sus vidas".
Pero Ortega Lara también tuvo críticas para aquellos que en el pasado abrazaron a las víctimas y las señalaban como "un referente moral" y ahora han cambiado su actitud. "Nosotros seguimos defendiendo lo mismo, pero nos consideran una mala compañía o una rémora en la búsqueda de sus ambiciones personales. En su propio pecado llevan la penitencia", avisó.
En este punto, reconoció su "sorpresa" porque los valores defendidos durante la pasada legislatura hayan "pasado a un segundo plano" e insistió en reivindicar el "espíritu" de la rebelión cívica "frente a arbitrariedades o manipulaciones".
Ortega Lara pronunció su duro discurso frente a un auditorio con una amplia representación de la política española. Entre ellos se encontraban el director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, José Manuel Rodríguez Uribes, el presidente del Senado, Javier Rojo, y altos cargos del PP como su secretaria general, María Dolores de Cospedal, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
TODOS LOS TERRORISTAS SON IGUALES
En este contexto, Aznar quiso "lanzar el mensaje" de que la lucha contra el terrorismo no debe descansar y explicó que ha llegado a la conclusión de que "todos los terroristas son iguales y todos los terrorismos son iguales". Según defendió, ante ellos "sólo cabe la aplicación de la ley".
"No hay que olvidar que el terrorismo es un instrumento al servicio de ideologías brutales que lo utilizan como instrumento político", enfatizó antes de poner a Ortega Lara como "ejemplo" de que se puede "ganar la batalla" a los terroristas. "Es un ejemplo viviente de que al terrorismo se le puede derrotar", celebró.
El Observatorio Internacional de Víctimas también premió a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por su "sacrificada y abnegada" labor en la lucha antiterrorista y el "alto precio" que han tenido que pagar "en vidas humanas entre sus miembros". El director general del Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, aseguró que este reconocimiento supone "un espaldarazo" para la labor de las fuerzas de seguridad.
CONCEJALES DEL PSE Y PP
Además, los concejales del PSE y el PP en el País Vasco fueron galardonados con el premio 'Defensa a la libertad' en reconocimiento a su "lucha por la libertad" y consideración "a su espíritu de resistencia y su trabajo realizado en muchas ocasiones en un clima de coacción y de amenaza". El presidente del Senado y la presidenta de la Cámara vasca, Arantxa Quiroga, entregaron el premio a la concejal 'popular' Pilar Elías y el socialista Dubreuil.
La Fundación del CEU también acordó conceder sus premios a Gabriel Moris, padre de una víctima del 11-M, el presidente de la Asociación de Ayuda a las Víctimas de Omagh, Michael Gallager, y el jefe del Cuerpo de Bomberos de Nueva York en los atentados del 11-S, Joseph Pfeifer.
