VALLADOLID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional detuvieron a otras cuatro personas, dos de ellas en la provincia de Valladolid, una en Palencia y otra en Alicante, por su presunta implicación en una red dedicada a introducir droga en Castilla y León procedente de Colombia a través de una empresa 'tapadera'.
Con estas últimas detenciones, el total de detenidos se eleva ya a ocho, en el marco de la denominada 'Operación Navío', la misma que en octubre permitió la incautación de un total de 55 kilos de 'coca' por valor de 7 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes policiales.
Los últimos detenidos, E.M.E, alias 'Fiti', de 57 años; una mujer con iniciales M.C.R.G, de 49: A.R.L, de 45, y J.R.J, alias el 'Chivilla', de 30, ocupaban un escalón inferior dentro de la organización, ya que realizaban tareas necesarias para la comisión del hecho delictivo, tales como apoyo financiero, aporte de infraestructura y distribución posterior de la droga.
La primera detención se llevó a cabo el pasado día 7 en la localidad de Cabezón de Pisuerga (Valladolid), donde se interceptó al 'Fiti', mientras que la segunda detención, la de la mujer, tuvo lugar seis días más tarde en Palencia, momento en el que se le ocupó un teléfono móvil con el que contactaba con los miembros de la organización.
La detención del tercer implicado, A.R.L, se produjo el pasado día 19 en Orihuela (Alicante), y en último lugar se localizó en Tudela de Duero (Valladolid) al 'Chivilla', a quien se incautaron 7,1 gramos de cocaína, una báscula de precisión y un teléfono móvil.
Tras la instrucción de las correspondientes diligencias, los tres primeros fueron puestos a disposición judicial, decretando el juez el ingreso en prisión para los dos varones. Mañana será puesto a disposición judicial el último de los detenidos.
La desarticuación de esta banda se inició con la detención de otras cuatro personas el día 22 de octubre en el Polígono Industrial de Villares de la Reina (Salamanca), cuando se disponían a descargar en una nave alquilada un contenedor que previamente había llegado al puerto de Valencia procedente de Colombia y que, como se pudo comprobar entonces, entre las 18 toneladas de madera iba la droga oculta en un doble fondo.
Para ello, a las vigas de hierro del armazón del contenedor habían adosado un fondo de madera dura con cuatro oquedades, donde habían sido introducidos 55,369 kilos de cocaína dispuestos en 226 paquetes, con pesos aproximados de entre 230 y 360 gramos. La droga intervenida se hubiera convertido en un millón de dosis y habría alcanzado en el mercado ilícito un valor próximo a los siete millones de euros.
De los cuatro detenidos, a quienes se ocupó igualmente un Mercedes, un Volvo y una furgoneta, junto con nueve teléfonos móviles, tres de ellos eran vecinos de Tudela de Duero (Valladolid). Se trata de José Miguel C.A, alias 'Chori', nacido en Tudela de Duero (Valladolid) y sin antecedentes policiales; Santiago G.M, natural de Cuéllar (Segovia) y sin antecedentes, y Luis S.O, nacido en Valladolid, mientras que el único vecino de la capital vallisoletana es Pedro Francisco D.R, alias 'José Luis', nacido en Palencia y con una detención en su haber por daños.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de junio tras tenerse conocimiento de la existencia de un grupo organizado que se dedicaba a introducir cocaína en España a través del puerto valenciano, simulando las operaciones como importaciones de madera y a través de una empresa montada como 'tapadera'.
EL "CABECILLA", EN COLOMBIA.
En cuanto al 'modus operandi', los detenidos tenían un contacto en Colombia, el "cabecilla", y a quien hacían llegar distintas cantidades de dinero con el fin de que éste se hiciera cargo de la compra de la mercancía y de organizar el porte en barco en un contenedor desde aquel país hasta el puerto de Valencia. El container había sido previamente modificado y con gran pericia, dado que incluso para ello se utilizaba tornillería herrumbrosa para no levantar sospechas.
Una vez llegado el contenedor a Valencia, los detenidos contrataban los servicios de una empresa de transportes y lo trasladaban por carretera hasta Villares de la Reina (Salamanca), con el fin de proceder a la descarga de la madera y de la droga en una nave que tenían alquilada.
Sin embargo, en la última entrega cometieron un pequeño fallo, ya que la puerta de la nave era más pequeña que el contenedor, de unos 25 metros cuadrados de superficie, con lo que se vieron obligados a iniciar la descarga en plena calle, momento en el que la policía decidió actuar.