Pedro Jiménez revive su versión y asegura que las dos policías le dejaron entrar en su piso

Actualizado: lunes, 1 marzo 2010 21:24

Apunta a que el crimen tuvieron que cometerlo "más de una persona"

BARCELONA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

El acusado de presuntamente matar y violar a dos policías en prácticas en Bellvitge en 2004, Pedro Jiménez, volvió a exculparse hoy e insistió en que las dos agentes le dejaron entrar en su apartamento y le ofrecieron una copa, tras lo cual mantuvo relaciones sexuales consentidas con una de ellas, Maria Aurora G.

Tal y como ya declaró en el juicio de septiembre de 2008 ante la sección sexta de la Audiencia de Barcelona --que le condenó a 83 años aunque después el Supremo lo anuló-- Jiménez explicó que un conocido, Mustafa D., le encargó, un día antes de los hechos, que fuera a recoger un paquete de droga y unos papeles falsos al piso --aunque él no sabía que eran policías-- y que allí se encontraría con un tal 'Alex'.

Cuando, la madrugada del 5 de octubre de 2004, se dirigió a Bellvitge, el acusado asegura que Silvia N. le abrió la puerta, le hizo pasar y le ofreció una copa. Una vez en el sofá salió Maria Aurora y tras una conversación, mantuvieron relaciones sexuales. "Lo demás está fuera de lugar, ya se ha hablado mucho sobre este tema", comentó Jiménez cuando el fiscal le pidió que explicara el acto.

Después, según su versión, se dirigieron a la bañera donde se mojó la ropa y por eso se cambió. Cuando se marchó del lugar, las jóvenes "estaban perfectamente". Contrariamente a lo que declaró en la reconstrucción de los hechos en 2004, aseguró que no se cruzó con el tal 'Alex' cuando abandonó la vivienda.

Sobre las huellas encontradas en el apartamento, Jiménez las justificó explicando que ayudó a buscar el paquete de droga a Maria Aurora por toda la casa y que abrió "un armario y varios cajones". Fue entonces cuando vio que eran policías. "Me quedé blanco, si me pinchan no sangro", explicó.

Sobre las 8.30 horas de la mañana se dirigió con un taxi hasta el Hospital de Sant Pau, donde entregó el paquete a Mustafá D., tras lo cual éste le dejó con su moto de nuevo en Bellvitge, porque, según el acusado, Mustafá D. iba al reencuentro de 'Alex' en el apartamento de las policías.

Más tarde el acusado estuvo en casa de sus hermanas y en una entrevista de trabajo en la cafetería La Oca. En el baño del local se encontraron unas zapatillas y una navaja pero Jiménez aseguró que duda "que haya huellas". Explicó que se encontró con 'Alex' el mismo día 5 por la noche y le dijo que no volviera al hogar de acogida donde dormía porque "habían habido problemas". Le entregó también la tarjeta de crédito de Maria Aurora, para que se cobrara el encargo, aunque apuntó que no se dio cuenta de que era la de la policía.

Sobre porque no volvió a Can Brians, destacó que otro amigo suyo, Mustafa K., le vino a buscar y le llevó a Girona. "Estaba flipando, me dijeron que me buscarían un pasaporte para ir a Marruecos", dijo.

En una narración llena de contradicciones respecto a sus declaraciones anteriores ante el juez, Jiménez reconoció que no sabe quien cometió el crimen pero que debió ser "más de una persona".

Según la fiscal, el 'modus operandi' de este crimen es "muy parecido" a otros robos y violaciones por los que Jiménez ya ha sido condenado, aunque él aseguró que "no hay un modus exclusivo de nadie y que todas las agresiones sexuales son iguales".

La Fiscalía le imputa nueve delitos: dos de asesinato (25 años por cada uno), uno de agresión sexual (22 años y seis meses), allanamiento de morada (4 años), profanación de cadáver (5 meses), incendio (20 años), robo con violencia (5 años), robo con fuerza (1 año) y quebrantamiento de condena (24 meses de multa). Además solicita una indemnización total de 780.000 euros para los padres, las hermanas y las parejas sentimentales de las dos víctimas.