Los peritos se contradicen al calificar la actuación de los mossos con un detenido en Les Corts (Barcelona)

Actualizado: jueves, 21 mayo 2009 18:52

Un inspector de mossos puso una cámara en la sala de cacheos, que quitaron dos semanas después

BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -

Los peritos que hoy declararon en el juicio contra cuatro mossos por su actuación con un detenido en la comisaría de Les Corts de Barcelona en 2007 se contradijeron al calificar la intervención policial grabada por una cámara oculta, que se visionó hoy y que generó gran polémica.

En el segundo y último día de juicio, un perito de la Policía Nacional --solicitado por el juez instructor-- justificó la actuación porque los golpes fueron "de distracción o amortiguación" tras un manotazo del detenido a un agente. En cambio, el perito de Asuntos Internos de los Mossos mantuvo que la acción de los agentes no fue precedida de ningún ataque del arrestado.

La Fiscalía pide para cada policía cinco años y nueve meses de prisión, 9.600 euros de multa y siete años de inhabilitación para empleo público por un delito contra la integridad moral, falsedad documental --por modificar el atestado policial-- y una falta de lesiones. Además, reclama indemnizar a la víctima con 10.610 euros. El juicio quedó visto para sentencia.

Tres agentes y un cabo se hicieron cargo del detenido, Rubén P.M., que llegó a Les Corts después de pasar por la comisaría de Sant Martí y el centro de Urgencias Peracamps, donde ya provocó altercados con otros agentes. En la sala de cacheos, un gesto suyo --o manotazo, según la versión-- provocó que le redujeran contundentemente, aunque no está acreditado que sufriera lesiones importantes.

El perito de la Policía Nacional dijo que los golpes que se ven en la grabación se enseñan a los aspirantes a mossos como golpes no para dañar sino para "despistar" al arrestado y controlar sus extremidades. Según él, la diferencia con un golpe real es la misma que entre una bofetada y un puñetazo, por lo que es "evidente la intención de inmovilización".

El entonces inspector jefe del Área de Seguridad de Edificios, Ignasi Teixidó, reveló hoy que a principios de 2007, tras recibir denuncias de 18 de los 86.000 custodiados en Les Corts, se decidió poner cámaras de videovigilancia en la sala de cacheos. Se colocó una cámara móvil, aunque dos semanas después le ordenaron quitarla. Finalmente, se instaló la cámara oculta, algo que él desconocía.

Dos días después de la reducción violenta del detenido, el cabo responsable de la misma, ahora acusado, le notificó los hechos. Tras estudiar los vídeos de las cámara de los pasillos, consideró "correcta" la actuación, acorde con el manual de intervención.

Tanto las acusaciones como las defensas mantuvieron sus posiciones y pidieron la condena y la absolución respectivamente. Según el fiscal, los agentes "olvidaron que eran mossos o pensaban que estaban por encima del bien y del mal", y su actuación no era necesaria ni fue proporcionada a la fuerza usada por el detenido, que en ningún momento les agredió.

La acusación particular dijo que los mossos "se encontraron una pequeña hoguera --los incidentes previos del detenido-- y echaron gasolina". Según él, en las imágenes se ve una actitud "sumisa" del arrestado, por lo que los agentes pudieron usar otras técnicas para reducirle. Calificó de "burla" a la ley la supuesta falsificación del atestado, y apuntó que los acusados cayeron ayer en incongruencias sobre su redacción.

Las defensas insistieron en que el informe médico no evidencia lesiones importantes --excepto una erosión bajo un ojo-- y que "si no hay lesiones, no hay golpes, y si no hay golpes no hay intención de vejar moralmente".

Según José María Fuster-Fabra, "si hay duda sobre los hechos, la absolución es obligada", aunque para el tribunal "es más fácil la condena". El otro defensor, Carles Monguilod, dijo que las imágenes vistas en televisión se filtraron inicialmente a velocidad rápida, lo que ha inducido a condenar públicamente a los agentes.

A la sala del juicio, una de las más grandes de la Audiencia, acudieron numerosos compañeros de los acusados y miembros de Asuntos Internos de los Mossos.