ALMERÍA 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fiscal elevó hoy a definitiva la calificación fiscal por la que solicita un total de 16 años y medio de prisión para N.L.M., un ex guardia civil vecino de Roquetas de Mar (Almería) de 56 años acusado de secuestrar en el año 2000 durante casi 48 horas a dos hombres de origen subsahariano para exigir la devolución de más de 84.000 euros que, supuestamente, le habían estafado dos conocidos de las víctimas en la compraventa de un turismo.
N.L.M., quien durante la vista oral celebrada ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial sólo reconoció haber contratado a dos terceras personas para instar al pago de la deuda, se enfrenta a siete y cuatro años por sendos delitos de secuestro más otros 48 meses por un delito de robo con violencia ya que, según consta en la declaración de los dos inmigrantes, les sustrajo además varios efectos personales y dinero en efectivo.
El procesado, de 54 años y que, al parecer, cometió los hechos de acuerdo a otro acusado ya fallecido y un tercero no identificado en la causa al que apodaban 'El gitano', acudía el 6 de abril de 2000 al acuartelamiento de la Guardia Civil de Roquetas de Mar a relatar cómo dos individuos de raza negra, que respondían a los sobrenombres de 'Jonnhy' y 'Elvis', le habían estafado 84.141 euros durante una feria del vehículo de ocasión.
Cuando le instaron a poner denuncia, según declaró uno de los agentes de la Benemérita citados por el Ministerio Público, éste se negó alegando que no quería que se enterase su mujer pero tres días después volvía al cuartel para contar que "se le había ido la mano" al intentar solucionar el problema, había retenido contra su voluntad a dos hombres y había presenciado como el acusado ya fallecido disparaba a un tercero para intentar obtener el paradero de los presuntos estafadores.
Pese a que ya ante el Juzgado de Instrucción y, posteriormente en juicio, N.L.M. rechazó haber participado en los hechos, el fiscal alegó ante el tribunal que hay cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia tras la práctica de la prueba testifical y documental, que apunta a que los lugares donde se mantuvo secuestrados a los dos subsaharianos, el pub 'Andromeda' y un cortijo, son de su propiedad, así como el vehículo en el que ambos fueron trasladados de un lugar a otro.
En el interior de ambos inmuebles, localizados en Aguadulce y el municipio de Turón (Granada), los agentes encargados de las diligencias del caso hallaron una pistola simulada, cuerda, cinta de embalar y un gorro de lana que, al parecer, usaron para inmovilizar y cegar a las víctimas al tiempo que constataron que el acceso al cortijo no había sido forzado.
El procesado, que también fue señalado como autor de forma "indubitada" durante dos rueda de reconocimiento, se enfrenta, asimismo, a un año y medio de prisión por un allanamiento de morada que se produjo en la calle Amapola del municipio de Roquetas de Mar horas después del secuestro y en el que participó para exigir el paradero de los presuntos estafadores al morador, al que informó de que tenía retenidos a dos de sus amigos y que recibió un impacto de bala en el pie por un disparo que realizó al suelo su cómplice, ya fallecido.
HECHOS.
Los hechos se remontan al 9 de abril de 2000 cuando, según sostiene el fiscal frente al letrado de la defensa que solicitó la libre absolución de su patrocinado, N.L.M. abordó a dos ciudadanos de El Congo y Guinea Conakry --F.N. y D.B., en paradero desconocido durante el acto de juicio--, a los que traslado contra su voluntad al sótano de un pub en desuso de su propiedad.
Desde allí, tras amordazarlos y esposarlos con grilletes, los traslado en un turismo de su propiedad hasta Turón, donde los abandonó durante unas horas para, después, regresar a buscar a D.B. con el que emprendió camino de nuevo hasta Roquetas de Mar para perpetrar el presunto allanamiento de morada.
De forma paralela, la segunda víctima consiguió roer la mordaza con los dientes y, aún con las manos esposadas a la espalda, comenzó a deambular "desorientado" por las inmediaciones del término municipal de Turón, en plena Alpujarra granadina, hasta que fue recogido por un conductor que circulaba por la zona y conducido hasta un bar de carretera, donde recibió asistencia humanitaria y relató lo que le había ocurrido.
La suma de ambas diligencias, sumadas a la declaración autoinculpatoria que N.L.M. efectuó en el acuartelamiento de Roquetas de Mar aunque sin validez procesal ya que se realizó sin asistencia letrada, derivaron en su detención y la del otro implicado --J.M.P.-- fallecido antes de la celebración de la vista oral. El primera enfrenta, así mismo, dos meses de multa a razón de 12 euros al día por sendas faltas de lesiones sobre F.N. y D.B.