La plana mayor de CiU asiste al multitudinario entierro de la madre de Jordi Pujol

Actualizado: jueves, 27 diciembre 2007 15:50

El cardenal de Barcelona oficia el funeral en el tanatorio de Les Corts, a donde acudió Montilla para dar su pésame al ex president

BARCELONA, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

La plana de mayor de CiU, con su dirección actual al completo junto a ex consellers y dirigentes históricos, asistió hoy al entierro de la madre del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, Maria Soley, que fue oficiado por el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en el tanatorio de Les Corts de la capital catalana.

Unas 500 personas asistieron al funeral, aunque muchas más fueron las que se acercaron al tanatorio a lo largo de la mañana de hoy y de todo el día de ayer, cuando se instaló la capilla ardiente, hasta las 13 horas de hoy, según indicaron a Europa Press fuentes del centro.

La sala del tanatorio en la que se ofició la misa se llenó por completo, dejando incluso a mucha gente de pie. El cardenal Martínez Sistach fue asistido en la ceremonia por el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, el obispo de La Seu d'Urgell (Lleida), Joan Enric Vives, y el obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, acudió hacia las 11 horas al tanatorio para dar su pésame personalmente al ex presidente catalán, con el que ya habló por teléfono el mismo día del fallecimiento de Maria Soley, el 25 de diciembre. Una corona de flores fue el homenaje que el Gobierno de la Generalitat envió también a la madre del ex presidente.

MUNDO POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL.

Más tarde, se pasaron por el tanatorio el dirigente del PSC y conseller de Economía y Finanzas, Antoni Castells; el presidente de ICV-EUiA y conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura; y la consellera de Salud, Marina Geli (PSC); además del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, y el presidente del PP de Barcelona, Alberto Fernández Díaz.

Diversos representantes del mundo económico y social catalán se acercaron también a mostrar sus condolencias al ex presidente, entre ellos el presidente de La Caixa, Isidre Fainé, el director general de la entidad, Juan María Nin, y el que fuera presidente Ricardo Fornesa, además del consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany.

También el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, o el empresario y ex presidente del Barça Joan Gaspart, entre otros.

Las llamadas telefónicas de pésame al ex presidente se sucedieron también a lo largo de la mañana, así como las cartas de condolencia, como la que le envió a Pujol el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras (ERC), que finalmente no pudo acudir al entierro, tal como tenía previsto.

MAS, DURAN, ROCA Y MACIÀ ALAVEDRA.

El presidente de CiU y secretario general de CDC, Artur Mas, y el secretario general de CiU y líder de UDC, Josep Antoni Duran, encabezaban la representación de la federación nacionalista, entre la que se encontraban también dirigentes históricos como Miquel Roca Junyent, los ex consellers Macià Alavedra y Josep Maria Cullell, y el ex presidente del Parlament Joan Rigol.

El hijo de Pujol y portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, acudió al funeral de su abuela junto a sus otros seis hermanos y sus familias. El presidente del grupo municipal de CiU en Barcelona, Xavier Trias, y, por parte de UDC, los diputados Josep Maria Pelegrí y Antoni Castellà fueron otros de los asistentes.

Al finalizar la ceremonia en la capilla del tanatorio, Pujol y su esposa, Marta Ferrussola, junto a la hermana del ex presidente, Maria Pujol, y su esposo, se situaron en la puerta para despedir a las decenas de personas que habían participado en la misa, antes de proceder al entierro.

Entre los que se acercaron a estrechar la mano de Pujol, además de Artur Mas, se contaron el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; el presidente del PP de Barcelona, Alberto Fernández Díaz; y el presidente del Barça, Joan Laporta; entre otros.

Antes de proceder al entierro, que se desarrolló de forma más íntima en el cementerio barcelonés, Pujol se acercó a los numerosos miembros de la prensa que habían estado en el tanatorio durante toda la mañana para despedirse con un sencillo "gracias, un saludo".