PNV e IU defienden un final dialogado de ETA con abandono de las armas, aunque "ahora no es el momento"

Actualizado: jueves, 2 agosto 2007 16:49

El director general de Apoyo a las Víctimas reclama que no se "utilice" su dolor ni se entre "en una especie de subasta afectiva"

SANTANDER, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

Margarita Uría, diputada del PNV en el Congreso de los Diputados, y Antonio Romero, representante de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz, defendieron hoy en Santander la posibilidad de un final "dialogado" de ETA, pero con el "requisito imprescindible" de que la banda entregara las armas y "abandonara la lucha armada", aunque "ahora no es el momento".

Uría y Romero realizaron estas manifestaciones en la sesión de 'Los debates de la UIMP' que acogió esta mañana la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y que se centró en 'La amenaza del terrorismo en las sociedades contemporáneas'. Además de los representantes de PNV e IU intervinieron el director general de Apoyo a las Víctimas del Ministerio del Interior, José Manuel Rodríguez Uribes, el primer teniente de alcalde de Basauri, José María Agüeros (PP), y el catedrático de Ciencia Política y director del Euskobarómetro, Francisco Llera.

En el turno de preguntas abierto tras al debate, los ponentes descartaron que pueda producirse un final dialogado de la violencia de ETA. En este sentido, el director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo recalcó que ha sido la banda quien "ha roto" la negociación, por lo que "ya no cabe" esa posibilidad.

Los representantes de PNV e IU coincidieron con esta apreciación. De este modo Antonio Romero (IU) dejó claro que "la responsabilidad de este fracaso la tiene ETA, al querer la banda "contrapartidas políticas" para "dejar de matar". En este sentido, el diputado andaluz recalcó que, dado que "no debe haber esas contrapartidas", la "única salida" que resta "es una negociación técnica", que suponga "la entrega de las armas".

Aseveró que la "eficacia policial siempre tiene un límite" que, según apuntó, "es el banquillo que tienen los terroristas para seguir matando".

Uría consideró que ETA "lo dejó bien claro el 30 de diciembre y tras romper el alto el fuego". Tras precisar que "ahora no es el momento", la diputada del PNV defendió un abandono "dialogado" de la violencia, pero con "el requisito imprescindible" de que ETA "diga que abandona la lucha armada".

El primer teniente de alcalde de Basauri, Antonio Agüeros (PP), hizo hincapié en que, sobre ese tema, hay que "distinguir" entre "dos campos de batalla distintos", pues "entre políticos se puede hablar de todo" pero no así "con personas que tienen un arma en la mano", matizó.

Secundó el argumento de Romero en el sentido de que, en su caso, solamente hablaría de "cuándo van a dejar las armas". "A partir de ahí, eso puede ser un final de la violencia, pero ¿dialogado?", se preguntó el concejal 'popular'.

Por su parte, el catedrático de Ciencia Política Francisco Llera criticó la "confusión" en relación con esta cuestión, que "aparentemente es un talismán", y puede "dar a alas" los terroristas para "creer que pueden considerar algo", alertó.

A sus ojos, es preciso dejar claro que "no hay nada que negociar" y defendió únicamente el diálogo que sirva "para disolverse (los terroristas)" y "convencerles de que respeten los principios y valores democráticos". Remarcó que sólo "luego" podría "hablarse de las condiciones de la reinserción social".

"No hay nada más que hablar y hay que decírselo a la población, porque, si no, a los ciudadanos le causamos desmoralización, estrés y dudas", sentenció el director del Euskobarómetro.

VÍCTIMAS.

El director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, José Manuel Rodríguez Uribes, reivindicó el "respeto" hacia las víctimas, algo que, a su entender, en los últimos años se ha "vulnerado" con un "exceso de celo" y con la "utilización" de su "dolor".

Según afirmó, el "debate sobre las víctimas" y el "entrar en una especie de subasta afectiva, a ver quién las quiere más" es algo "que debe desterrarse para siempre". "La sociedad democrática tiene muy claro que las víctimas son de todos, y que no hay que utilizar su dolor", sentenció Rodríguez Uribe, quien relacionó esa postura "con el uso partidista de la lucha antiterrorista".

De esta manera, lamentó que en los últimos tiempos se ha "sembrado la duda" acerca de la política antiterrorista del Gobierno de la Nación "con mucha ligereza", lo que, a su juicio, "ha hecho daño a las víctimas".

Resaltó como contrapartida que en la lucha contra el terrorismo "nunca se ha producido un cambio de dirección", de modo que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero "no ha hecho nada distinto" de otros gobiernos anteriores "ni antes ni después de la tregua". En relación con esta idea, enfatizó que durante el alto el fuego el Gobierno "nunca bajó la guardia", y apostilló que el último mes "ha sido uno de los de más éxito en toda la historia de la democracia en España".

Por su parte, Llera se refirió a "la fuerza moral" que dan las víctimas, que durante años han "sufrido en silencio" y "ostracismo", lo que constituye una "deuda moral" que "hay que saldar". En todo caso, reclamó "una respuesta unitaria", y destacó que la utilización "sectaria" de las víctimas es "inmoral" y supone "un juego con el terrorismo".

La representante del PNV indicó que la "moral colectiva solamente se dignificara con el reconocimiento a las víctimas del terrorismo" lo que, en su opinión, constituye "la asignatura pendiente de regeneración del sustrato social que hoy existe en la realidad vasca".