MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un mecánico naval detenido recientemente en Tánger tras invadir aguas marroquíes ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número uno de Algeciras (Cádiz) contra el Consulado de España en esa ciudad alauí después de que uno de sus funcionarios le pidiera 500 euros para "agilizar" el proceso judicial.
La denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se dirige también contra "el Gobierno de Marruecos". Jesús Benjamín Pérez, natural de Viveiro (Lugo) y vecino de Algeciras, acusa a la Marina Real alauí de haber disparado una ametralladora mientras él y otra persona permanecían a bordo de un barco averiado que invadió aguas marroquíes.
El pasado 11 de marzo, Benjamín Pérez y un compañero de trabajo se trasladaron desde Algeciras en barco para acudir a reparar otra embarcación construida por la empresa para la que trabaja, Náuticas IBR, y que se encontraba "a la deriva", según precisa en su denuncia, presentada el dos de abril.
Mientras ambos permanecían a bordo del barco, éste, "por la avería, se introduce en aguas marroquíes". La Marina Real de Marruecos les aborda entonces en "una lancha de goma semi rígida", desde la que les "dispararon" con una "ametralladora", según la denuncia.
El fuego, según la versión del denunciante, alcanzó a su compañero en la mano y a él, le hubiera "matado" si no llega a tirarse al suelo. Los miembros de la Marina Real golpearon a su compañero con la "culata" de un cetme y se lo llevaron, mientras que a él le "dejaron en el barco ardiendo".
Benjamín Pérez se tiró al agua antes de que el barco averiado volcase y explotara. La Marina Real le recogió y le llevó al puerto de Tánger, donde fue detenido por la Policía.
En el segundo día de calabozo, Pérez recibió la visita de una funcionaria del Consulado de España, quien le dijo que "por lo pronto tenía para ocho años de cárcel", añade la denuncia. Esta misma persona le pidió tanto a él como a su familia "500 euros para agilizar la condena, de forma que los varios juicios a los que se tendría que someter se hicieran "en un solo mes" en lugar de en seis.
El denunciante también se queja del trato dado por el personal del Consulado a su familia, a quienes, siempre según la denuncia, les indicaron que se marcharan de Tánger, porque allí no podían ver a Benjamín Pérez ni siquiera asistir al juicio.
EN LIBERTAD 15 DÍAS DESPUÉS
El denunciante, que no aceptó pagar los 500 euros que afirma le pidió la funcionaria del Consulado y quien se buscó él mismo un abogado, quedó en libertad el pasado 26 de marzo, según relató a Europa Press.
Pérez añade en su denuncia que ha tenido conocimiento de las cartas de presos y presas españolas en Tánger publicadas a primeros de años en el diario 'El Mundo' y en las que los reclusos denunciaban "historias semejantes" a la suya.
En una de esas misivas, un grupo de presidiarias denunció un presunto intento de soborno por parte de uno de los funcionarios del Consulado, quien, según ellas, les pidió entre 200 y 500 euros para agilizarles ciertos trámites.
El cónsul general de España en Tánger, Tomás Solís, rechazó en declaraciones a Europa Press en enero pasado esas acusaciones, sobre las que dijo que "simplemente no son ciertas".