Presidenta de Juntas de Guipúzcoa condena "tajantemente" la aparición de pasquines amenazantes contra ediles de Zarautz

Actualizado: martes, 8 julio 2008 16:14

SAN SEBASTIAN, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de las Juntas de Guipúzcoa, Rafaela Romero (PSE), condenó hoy "rotunda y tajantemente" la aparición de pasquines amenazantes contra los concejales del Ayuntamiento de Zarautz durante las fiestas del barrio de San Pelayo en la citada localidad guipuzcoana, así como la nueva oleada de cartas de extorsión de ETA a empresarios vascos.

En un comunicado, Romero aseguró que "para la inmensa mayoría de los guipuzcoanos sobran en su convivencia aquellos violentos que intentan arruinar el día a día en sus pueblos, también las fiestas de los mismos".

La presidenta del Parlamento guipuzcoano lamentó que "los violentos siguen sin entender que lo único que logran con este tipo de acciones es arruinar y deslucir" las fiestas de los pueblos guipuzcoanos, cuando "lo único que quiere la gente es vivir y disfrutar en paz".

Además, consideró que los autores de este tipo de hechos "vuelven a demostrar su falta de visión y su ignorancia absoluta" porque con estas acciones "violentas" los vecinos "todavía les repudian más", al ver que "intentan sabotear también las fiestas de la localidad".

Romero trasladó su "solidaridad" a todos los concejales "amenazados", ya que, además, "no es la primera vez que esto ocurre en Zarautz", al tiempo que recordó que "nadie debe ni puede vivir presionado, amenazado y coaccionado de esta forma en una sociedad democrática".

Por ello, emplazó a toda la sociedad a "alzar la voz para que esto sea perseguido y denunciado un día tras otro", y añadió que "los terroristas de la bomba, la pistola, la palabra y el pasquín" tendrán siempre a los socialistas "trabajando por los pueblos, ciudades, por el país y su libertad".

Finalmente, Romero también condenó el envío, por parte de ETA, de una nueva oleada de cartas de extorsión a diferentes empresarios y apuntó que "en Euskadi y en el resto de España, donde se promueve al mismo tiempo la convivencia y el progreso, no pueden tener cabida el terrorismo, en cualquiera de sus grados y manifestaciones, todas ellas injustas, inaceptables e inmorales".