El presunto asesino de su expareja y prima en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba)dice que no era consciente de lo que hacía

Actualizado: lunes, 27 octubre 2008 15:52

CÓRDOBA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

Antonio Caballero, de 52 años, y presunto autor de la muerte de su ex pareja y prima hermana, Eva María Prieto, de 32 años, a la que supuestamente apuñaló más de 30 veces en su propia casa de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), en junio de 2006, afirmó hoy que no era consciente de lo que estaba haciendo.

Durante la vista oral, explicó que le dio "un fogonazo en la cabeza", y no era él porque "se desequilibró" cuando ella le comentó durante una discusión que le iba a quitar a la niña que tenían en común y no la iba a ver más.

El procesado manifestó que a partir de ahí perdió los nervios y al oírle decir eso inmediatamente cogió un cuchillo de una mesa que había en la cocina de la casa de Eva. Aunque reconoció que también la golpeó en la cara, dijo no reconocer cuántas veces la apuñaló ni en qué partes de su cuerpo. Según la calificación del fiscal, se trata de 33 puñaladas.

El suceso se produjo el 16 de junio de 2006, días después de que el acusado viajara al municipio cordobés desde Barcelona, de lo que, según afirmó, ella estaba avisada de su visita, pero no en concreto de qué día. Antonio Caballero dijo que fue hasta Peñarroya porque era el cumpleaños de su hija y para aclarar con la víctima unos movimientos extraños que se habían producido en la cuenta bancaria.

El día de los hechos, explicó que ella le llamó al móvil para decirle que se llevara "sus cuatro mierdas" de su casa, refiriéndose a su ropa, por lo que él se dirigió al domicilio , y cuando le dio sus cosas --según señaló-- Eva le manifestó que "a ver si a en su vuelta a Barcelona se estrellaba con el coche".

Posteriormente, en la puerta de la vivienda, ella le pidió que le enseñara los mensajes del teléfono móvil, forcejearon, Eva se lo quitó y se metió en la casa. Antes de llegar a la cocina, la víctima tiró el móvil y le dijo que le iba a quitar a la niña. Seguidamente, se desencadenó el suceso y tras apuñarla, salió de allí y cerró la puerta con llave. Posteriormente, dijo que cogió el coche porque "sólo pensaba en retirarse de allí, posiblemente en huir", aunque luego subrayó que su intención era entregarse en Barcelona, lugar al que se dirigía.

Finalmente, el acusado se entregó a la Guardia Civil en Torremocha del Campo (Guadalajara), decretándose pocos días después su ingreso en prisión por el juzgado de Sigüenza (Guadalajara), que se hizo inicialmente cargo del caso, pasando luego al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Peñarroya, que ratificó en agosto de 2006 para Caballero la prisión provisional, por el plazo legalmente establecido de dos años y que prorrogó por otros dos este mismo año.

El procesado está siendo juzgado por un tribunal popular desde hoy y se enfrenta a peticiones de condena de prisión por asesinato, que oscilan entre los 20 y los 22 años, según se refleja en las calificaciones provisionales de las cuatro acusaciones personadas en el caso, mientras que la defensa califica la muerte de Eva María Prieto como homicidio y pide que se condene por ello al acusado a 12 años de cárcel.

En concreto, tanto el fiscal como la acusación particular --que representa a los padres de la víctima-- y también el Estado y la Junta de Andalucía --que ejercen la acción popular-- coinciden en considerar que los hechos de los que se acusa a Caballero son constitutivos de un delito de asesinato, con la aplicación de la circunstancia de enseñamiento, entendiendo que también concurre la circunstancia mixta de parentesco como agravante.

Las divergencias entre la acusación particular, por un lado, y el fiscal, el Estado y la Junta, por otro, se producen a la hora de pedir la pena de prisión que entienden ajustada a la presunta comisión del asesinato por Caballero, así, mientras que la acusación particular pide que se condene al procesado a 22 años de cárcel, el resto de acusaciones coinciden en pedir 20 años.

El acusado ya fue condenado el pasado año, en sentencia firme por la Audiencia Provincial de Córdoba, a tres años y cinco meses de cárcel, por maltratar a su entonces pareja, Eva María, tiempo antes de supuestamente asesinarla, mientras vivieron juntos en Barcelona, donde mantuvieron una relación sentimental durante nueve años y tuvieron una hija en común, ahora de nueve años, viviendo también con ellos una hija de Eva María, ahora de 14 años, fruto de una relación anterior de ésta.