BARCELONA, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El abogado del hombre a quien un tribunal popular juzga en la Audiencia de Barcelona por la muerte de un turista danés en un camping de la autovía de Castelldefels, señaló hoy a un muerto como presunto autor del crimen ocurrido en junio de 2002. El procesado, para quien la Fiscalía pide 25 años de prisión por un asesinato con alevosía y un robo con violencia, se negó a declarar.
El letrado sostuvo que no hay pruebas contra su cliente y que no se ha investigado a un tercer hombre que convivió con la víctima, Paul P., y su presunto asesino, David George H. Además, recordó que, tras el crimen, se arrestó a Javier C.R., a quien se le incautaron dos móviles de la víctima, Paul P., y que reconoció los hechos "de forma espontánea".
Sin embargo, el sospechoso falleció un mes después de una sobredosis y su muerte sumada a que el procesado "empezó a desvariar" a causa, según dijo su abogado, de los múltiples trastornos mentales que padece, llevó a los Mossos d'Esquadra a solicitar la colaboración del Departamento de Homicidios de la policía británica y a pedir su extradición.
Ante la negativa del procesado a responder al Ministerio Público, la fiscal leyó sus preguntas, en las que insinuó que el acusado pudo mantener una relación sentimental con el fallecido y que el 21 de junio pudieron mantener una discusión que pudo ser el desencadenante del asesinato.
Asimismo, dio a entender que el acusado había explicado lo ocurrido a dos amigos. A uno de ellos, le dijo que le hacía "cosas sucias y abusaba" de la víctima y que lo había matado, según le explicó a su hermana, "para sobrevivir, por su dinero". Para lograrlo, debió estrangularlo tres veces hasta que le rompió el cuello.
Además de los 25 años de prisión por asesinato con alevosía y robo con violencia, la Fiscalía solicita que se condene al procesado a devolver el dinero robado y a indemnizar a las dos hijas de la víctima con 60.000 euros a cada una.
