BARCELONA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La fiscal ratificó hoy su petición de 172 años de prisión para Remedios S.S., acusada de asesinar a tres ancianas e intentar matar a otras seis entre junio y julio de 2006, ya que la "ingente cantidad de material incriminatorio" es suficiente para condenar a la procesada. "Las pruebas practicadas han resultado apabullantes y abrumadoras", concluyó.
La representante del Ministerio Público recordó que las víctimas reconocieron a Remedios S.S. como la persona que las agredió y las joyas que se encontraron en el piso de la acusada, como suyas.
En concreto, ensalzó la testificación "espléndida" --y clave para la resolución del caso-- de Dolores C.D., amiga de una de las fallecidas, que relató como se les acercó la procesada e intimó con la primera víctima, Josefa C.V. Actuaba como "un depredador" en busca de las víctimas, todas ellas de edad muy avanzada y complexión débil, para entrar en su casa "con la milonga de ir al baño".
Durante el juicio, varios mossos d'Esquadra explicaron que se encontraron las huellas dactilares de Remedios S.S. en los domicilios asaltados, e imágenes que situaban a la procesada en los alrededores del lugar del crimen.
La fiscal aseguró no creerse que Remedios S.S. sea "una marioneta manipulada por una inquilina indeseada" como Mari, la "inquilina fantasma", una supuesta enfermera argentina que físicamente se parece a la acusada y que, según ella, fue quien realmente cometió los crímenes.
Tampoco se cree que Remedios S.S. sufra un trastorno de personalidad doble que la llevara a cometer los crímenes como Mari, ya que los psiquiatras que declararon ayer afirmaron que tiene intactas sus capacidades cognitivas. "Sabía y conocía lo que hacía", afirmó la fiscal, para quien los dos argumentos de la defensa "parecen sacados de una mala novela policíaca".
Por último, el Ministerio Público solicitó a la magistrada que ordene que los beneficios penitenciarios de que pueda gozar Remedios S.S. si es condenada se apliquen al total de la pena --que se conocerá en las próximas semanas--, para garantizar que pase el máximo tiempo en la prisión.
La defensa de Remedios S.S. solicitó, por "petición expresa" de su representada, la libre absolución de la procesada --quien no ejerció su derecho a la última palabra--, pese a reconocer la ausencia de pruebas que puedan absolverla o crear una duda razonable sobre la posible existencia de Mari o que la acusada sufra un trastorno de personalidad doble.
ÚLTIMOS TESTIMONIOS.
Durante la última sesión del juicio, la Sección Séptima de la Audiencia de Barcelona visionó las declaraciones que ofrecieron ante el juez instructor dos ancianas atacadas, Rosario M.V., Maria Salud M.V., y el hombre que salvó a su esposa cuando era agredida, Vicente S. Los tres habían sido eximidos de declarar dado su delicado estado de salud.
Rosario M.V., de 89 años, explicó antes que sobre las 20.30 horas del 21 de junio, Remedios S.S. entró con ella al inmueble, tomaron el ascensor juntas y cuando estaba entrando en casa, la empujó y entró en su casa, donde la golpeó y estranguló. "Me dejó muerta allí hasta que llegó mi hija", recordó la anciana.
Cuatro días después, Remedios S.S. se hizo pasar por una vecina que se había olvidado las llaves, para entrar en casa de Alicia L. a la que, una vez en el domicilio, empezó a pegar. En ese caso, la acusada no contó con la presencia del marido de la víctima.
Vicente S. escuchó a su mujer pidiendo auxilio y fue corriendo en su ayuda, pero Remedios S.S. le dijo que no pasaba nada: "Coño, no pasa nada... ¡Estás matando a mi mujer!", le respondió el anciano, quien no dudó en abalanzarse sobre la agresora y darle varios puñetazos hasta que huyó.
María Salud M.V., de 83 años, fue más afortunada, pues pudo evitar que la procesada entrara en su domicilio.