MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, señaló este mediodía que la negociación sobre el proyecto de Ley de Memoria Histórica está siendo "lenta" y "compleja", pero admitió, no obstante, que "avanza en un sentido positivo".
En todo caso, López Garrido no cerró la puerta a que el acuerdo con los grupos parlamentarios se cierre esta semana, si bien no prevé que se logre "inmediato" porque lo que buscan es conseguir un consenso en torno a un texto "que sea bueno para todos".
"Lo que queremos es que el máximo número de fuerzas políticas apoyen la Ley de Memoria Histórica", aseveró el portavoz socialista, "una ley muy importante", dijo, cuya negociación "no ha sido cerrada en absoluto".
GARANTÍA DE 'APOYOS CRÍTICOS'
Lo que sí se está garantizando el PSOE es una red de 'apoyos críticos' para sacar adelante el proyecto aprovechando que esta norma no será sometida a una votación de conjunto y que las posturas de quienes quedan fuera del consenso, el PP y ERC, se 'neutralizarán' entre sí.
Así, y después de varias semanas negociando, los socialistas no habían alcanzado hoy el apoyo cerrado de ninguno de los grupos minoritarios, pero al menos se han garantizado que permitirán su tramitación y que limitarán su rechazo a los puntos donde aún mantengan discrepancias.
Con IU-ICV persisten las diferencias sobre la interpretación de la ilegitimidad de las condenas de los tribunales del franquismo, pues la coalición de izquierdas insiste en que eso debería tener efectos si los particulares afectados recurren ante la justicia. Si no hay avances en esta materia, IU-ICV prestará un apoyo "crítico" al proyecto, limitando su oposición a ése y otros artículos concretos donde discrepe.
Similar situación ocurre con el PNV, CiU y BNG. Los nacionalistas vascos centran su reclamación en la devolución a Euskadi de documentos incautados en la Guerra Civil y depositados en el Archivo de Salamanca pero, incluso si este tema no se resuelve, están dispuestos a apoyar el resto del proyecto.
Con esos mimbres, el PSOE se está garantizando apoyos suficientes para ir sacando adelante la norma en el Congreso, sección por sección, artículo por artículo, aprovechándose de que la ley no tiene rango orgánico y, por ende, no hay una votación de conjunto que obligaría a fijar un voto global a cada grupo parlamentario. En su favor también juega que la oposición a tramitar la ley se está focalizando en dos extremos, el PP y ERC, cuyas enmiendas son incompatibles entre sí y en ningún caso tendrán votos suficientes para prosperar.
