El Gobierno quiere ver al PSOE en el "bloque de centralidad" y Ciudadanos lamenta que PP y PSOE no quieran abordar algunas reformas
MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El PSOE ha desdeñado este miércoles la "estrategia del miedo" que, a su juicio, aplican el PP y el Gobierno situando al PSOE en la "radicalidad", y a Podemos le ha dicho que, si bien coinciden en su voluntad de cambiar España, para hacerlo no se puede cuestionar el marco constitucional y democrático.
Así se ha pronunciado el secretario de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha, en un debate organizado en Madrid por la Asociación de Periodistas de Información Económica en el que también han participado el director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Álvaro Nadal; el economista de Podemos Nacho Álvarez y el responsable del programa económico de Ciudadanos, Luis Garicano.
Todos ellos han coincidido en la necesidad de aumentar la productividad y la competitividad en España, pero han disentido en cómo se debe conseguir ese objetivo y tampoco se han mostrado de acuerdo en sus recetas fiscales.
De cara al escenario posterior a las próximas elecciones generales, en las que es posible que ningún partido obtenga la mayoría absoluta y tengan que ponerse de acuerdo en diversas cuestiones, Nadal ha dicho que le gustaría ver al PSOE en el "bloque de centralidad, de moderación democrática y económica" que en Europa ha permitido mantener "un modelo social y la prosperidad económica".
Según ha explicado, ese bloque está formado por partidos de centro derecha, centro izquierda y liberales que tienen "bastantes similitudes" en su visión de la política económica. "España, en algunas cuestiones, necesita grandes consensos", y los "fracasos" del país en los ámbitos educativo y laboral "deberían aproximar nuestras posturas mucho más", ha subrayado.
En este contexto, ha indicado que el planteamiento del Gobierno es que el aumento de la actividad económica, del empleo y de las rentas permite incrementar la recaudación tributaria y eso hace posible la mejora de los servicios públicos y del Estado del bienestar. "Y no se puede empezar por el final", ha añadido.
EL PSOE PIDE UN CAMBIO SEGURO Y JUSTO
De la Rocha, por su parte, ha manifestado que "la estrategia del miedo de que el PSOE va hacia la radicalidad" por haber pactado con Podemos en varios sitios tras las elecciones de mayo "no tiene ningún recorrido". "Estamos en la responsabilidad y la estabilidad", y Podemos debe saber que "estamos por el cambio" pero que "no se pueden cuestionar el marco constitucional ni el régimen democrático", ha advertido.
Según el responsable económico del PSOE, podrán pactar con aquellas formaciones con las que haya "afinidad" en el programa electoral, y con el partido de Pablo Iglesias "quizá haya espacio para encontrarse" en la defensa de "un cambio seguro y justo". En cambio, al PP lo ha descartado para forjar alianzas porque "no cumple las condiciones" de los socialistas de querer trabajar por el crecimiento, la equidad y la regeneración y la decencia política.
PODEMOS QUIERE UN CAMBIO DE 180 GRADOS
En representación de Podemos, Álvarez ha insistido en que España necesita un cambio y eso es lo que ofrece este partido. "Esa debe ser la línea roja en pactos y alianzas", y las fuerzas que estén "dispuestas a un giro de 180 grados en la política actual, se encontrarán con Podemos", ha asegurado, abogando por una economía más productiva y competitiva pero también más justa y equitativa.
Por último, Garicano ha destacado las coincidencias de Ciudadanos con Podemos en la exigencia de acabar con la corrupción y reformar las instituciones para favorecer el crecimiento económico, pero ha agregado que las soluciones que plantea cada formación son "muy diferentes".
"Estamos de acuerdo en que hay que limpiar todo esto y abrir las ventanas" para "ser un país normal", pero eso "no se hace quitando a unos señores y poniendo a otros" sino estableciendo "un sistema de contrapoderes y balances en las instituciones", ha señalado.
En cuanto al PP y al PSOE, ha dicho que C's ve "proximidad" en cuestiones que "hay que acordar". Sin embargo, ha lamentado que ninguno tenga una "voluntad decidida de cambiar las causas profundas de lo que está pasando", por ejemplo, en el caso del Gobierno, garantizando la independencia de la Justicia.
