BARCELONA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, opinó hoy que el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, y el vicepresidente del Gobierno de Cataluña, Josep Lluís Carod-Rovira, tienen ahora problemas de legitimidad institucional tras las primarias de ERC, que dieron la victoria a la candidatura de Joan Puigcercós y Joan Ridao.
"La segunda autoridad del país, con los resultados de ERC, presenta algunas sombras de duda sobre su legitimidad como presidente del Parlamento", consideró Puig en rueda de prensa, y añadió que el presidente del Gobierno de Cataluña, José Montilla, tiene hoy "mayores problemas con la legitimidad interna de su número dos".
Puig argumentó que el presidente de la cámara catalana "ni siquiera" goza del apoyo de sus militantes, como el vicepresidente del Gobierno de Cataluña, de manera que tienen "un punto de debilidad a la hora de desarrollar sus altísimas funciones institucionales", e indicó que son ellos los que deben reflexionar sobre su situación.
De hecho, consideró que ha sido un "error" que Benach se haya presentado para dirigir ERC y haya "jugado en esta batalla interna". Según él, su cargo institucional está por encima e implica "garantizar el diálogo parlamentario", por lo que lamentó que "se haya dejado arrastrar a este escenario de confrontación partidista". "Se lo podría haber ahorrado", concluyó.
Para Puig, esta crisis de ERC no se cerrará con el congreso del 14 de junio, sino que se mantendrá abierta hasta las primarias para escoger al candidato a la Presidencia de la Generalitat. El hecho de que el partido esté encabezado ahora por dirigentes que no tienen presencia en el Gobierno de Cataluña y que se han enfrentado a los que sí la tienen indica, según él, que habrá más tensiones a partir de ahora.
MAYOR INESTABILIDAD.
La situación "otorga elementos de mayor inestabilidad" al Gobierno de Cataluña, porque las tensiones "se han cerrado en falso", con un escenario de "menor cohesión interna" y con una cierta línea "divergente" entre la nueva dirección y la presencia institucional de ERC.
En un momento de crisis económica, es necesario, según él, un Gobierno de Cataluña "de mano firme", y este congreso "no aporta ningún elemento que permita dar esperanza de que haya estabilidad, sino al contrario".
Para Puig, los resultados no son "excesivamente esperanzadores", pues esta situación de división interna "puede dificultar que tengan como prioridad los problemas del país", sino que "continúen focalizando la tensión en los problemas internos de partido".
NUEVOS ESPACIOS DE DIÁLOGO.
El dirigente convergente felicitó a los nuevos dirigentes por los resultados y se mostró convencido de que, más allá de las diferencias políticas, existirá una "nueva complicidad catalanista", abriendo "nuevos espacios de diálogo" entre ambas formaciones. Explicó que él mismo telefoneó a Puigcercós y Ridao para felicitarles.
Sin embargo, dejó claro que eso no significa que vaya a haber alguna alteración del mapa político de Catalunya, cambio que no se producirá, según él, hasta que haya elecciones.
TERCERA HORA Y FINANCIACIÓN.
El secretario general adjunto de CDC hizo una oferta a ERC para dialogar y llegar a acuerdos sobre dos temas "de absoluta urgencia", como son el nuevo modelo de financiación y la tercera hora de castellano.
Dejando claro que mantendrán los contactos con el consejero de Economía, Antoni Castells, indicó que quieren comprobar si la nueva dirección comparte los planteamientos que hay encima de la mesa sobre el nuevo modelo.
En cuanto a la inmersión lingüística, dijo desear que la nueva dirección republicana mantenga la "intención ya declarada" de llegar a un consenso para que el Parlamento blinde el modelo educativo catalán y se evite la tercera hora de castellano en las escuelas catalanas de Educación Primaria.
