BARCELONA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de ERC, Joan Puigcercós, consideró hoy "de sentido común" que continúe el despliegue del Estatut pese a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), como apuntó también hoy el conseller de Educación, el socialista Ernest Maragall.
"El señor Maragall dice una cosa que es de sentido común: independientemente de lo que diga el TC, nosotros seguiremos caminando", subrayó Puigcercós en declaraciones a Rac 1 recogidas por Europa Press.
El republicano concretó que Cataluña puede presionar para que en Madrid se promulguen leyes en la línea del Estatut y desarrollar elementos del texto. "Después ya entraremos en conflicto con el TC o con los partidos españoles, pero aquí no nos podemos quedar parados", argumentó.
Puigcercós indicó que en Madrid creen que la sentencia "se acata y punto", y que el autogobierno de Cataluña debe tener un punto y final, cuando todos los procesos de los estados con más de una nación o región siempre son dinámicos, y puso como ejemplo a Estados Unidos y a Alemania.
Sobre la propuesta de Maragall de formar un gobierno de coalición PSOE-PSC, Puigcercós señaló que se trata de un problema interno, aunque indicó que el resultado del apoyo de los 25 diputados socialistas catalanes al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es que "parece que insultar a los catalanes sea gratis". De hecho, consideró que a los catalanes se les aplicaría el Código Penal si hablaran de otras comunidades como lo hacen los políticos españoles de Cataluña.
MANIFESTACIÓN
Puigcercós apostó por una manifestación tras una sentencia del TC que recorte el Estatut, aunque dijo que tampoco le parecería mal aprovechar la concentración del 11 de septiembre para advertir al TC y a los políticos españoles de que el fallo del Constitucional no se refiere a una ley orgánica cualquiera, porque ha sido refrendada por el pueblo de Cataluña.
Para él, es "legal pero poco democrático" que el tribunal pueda pronunciarse sobre un texto que se sometió a consulta popular, y lamentó que España aplique a veces la Constitución como si fuera el Código Penal.