Pujol advierte a Duran de que no puede decidir los pactos postelectorales en Madrid sin CDC

Actualizado: martes, 19 junio 2007 14:00

Descarta un 'Majestic 2' y pide un "cambio de actitud" de los socialistas para entrar en el Ejecutivo central

BARCELONA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Generalitat y presidente fundador de CiU, Jordi Pujol advirtió hoy al secretario general de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, que ni él ni UDC no pueden decidir "solos" los pactos de CiU tras las próximas elecciones generales.

A raíz de las discusiones entre ambos socios de la federación nacionalista por la estrategia a seguir en Madrid, el presidente de CDC dijo que el previsible cabeza de lista, Duran, puede marcar las "líneas" de la campaña, pero no escoger por sí solo con quién pactar tras las elecciones o decidir unilateralmente si entra o no en el Gobierno central. Asimismo, dijo que el presidente de CiU y secretario general de CDC, Artur Mas, tampoco lo puede decidir, sino que tiene lo tiene que hacer la federación conjuntamente.

En una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, Pujol aseguró que la entrada de ministros de CiU en el Gobierno ahora es "secundario" y que primero hay que pactar "las reglas del juego" entre ambos socios de la federación.

Si estas reglas de juego no se acordaran entre ambos socios, Pujol admitió que podría existir el peligro de escisión. A pesar de esto, apostó firmemente por la unidad de ambos partidos y recordó que desde 1979 se presentan conjuntamente a las elecciones. Sin embargo, admitió que tanto dentro de UDC como de CDC hay sectores que querrían ir por separado, aunque no es una opinión "dominante".

En este sentido, el ex presidente catalán cree que la federación, si hay "paz interna" y no hace "el burro", puede sacar mejores resultados que en 2004. En este sentido, Pujol elogió el papel "central" y de "estabilidad "interna" que CiU ha aportado a la política catalana y española.

Sin embargo, reiteró que el "centro de gravedad" de CiU tendría que ser Catalunya, aunque admitió que quieren "asumir responsabilidad" en la política y el gobierno españoles.

NECESARIO "CAMBIO DE ACTITUD" SOCIALISTA.

Repasando la historia de su federación y de los gobiernos españoles, Pujol dijo que "nunca" ha encontrado "el momento" para entrar en el Ejecutivo del Estado, aunque no le "repugna". En este sentido, se preguntó en qué gobierno podría haber entrado la federación nacionalista y si esto hubiera supuesto una mejora para Catalunya.

Situándose en el escenario de un posible pacto de gobierno entre CiU y PSOE en Madrid, Pujol señaló que también habría que pactar con los 21 diputados del PSC en el Congreso. Para él, esto sería muy "molesto" porque, según él, los socialistas catalanes tienen una "voluntad clara" de "destruir" o "arrinconar" a "CiU o, al menos, a CDC".

Sin embargo, aseguró que él personalmente no condicionaría el pacto con el PSOE en Madrid al hecho de recuperar la Presidencia de la Generalitat, pero sí a un "cambio de actitud en cosas concretas". Por ello, considera que con la situación actual, el pacto es "imposible", y puso como ejemplo el hecho de que el PSC haya dado la Presidencia de la Diputación de Lleida a ERC, que fue tercera fuerza con 3 diputados, para desbancar a CiU, que fue primera con 11.

Además de esto, aseguró que el PSOE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no inspiran confianza" por su "política de engaño", por lo que si hubiera que pactar con ellos los socialistas tendrían que "pagar por adelantado". "No se les puede fiar", concluyó.

La alternativa al pacto con el PSOE, el PP, tampoco es del agrado de Pujol, quien dijo que CiU no puede pactar con los populares porque han tenido una actuación "penosa" y "ha contribuido de una manera muy importante" a crear un "muy mal ambiente contra Catalunya". De esta forma, señaló que personalmente no haría un "Pacto del Majestic 2", como propuso el presidente del PP, Mariano Rajoy.

Por otra parte, el ex presidente de la Generalitat valoró negativamente el despliegue del Estatut y sobre todo la actitud del Gobierno catalán ante la postura del Gobierno central, al que achacó un "déficit claro de idea de país".