Pujol cree que el tripartito pensaba que el PP ganaría las generales en 2004 y quería utilizar el Estatut como arma

Actualizado: domingo, 17 junio 2007 13:02

BARCELONA, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol considera que "no se daban las condiciones para una reforma estatutaria profunda" y que "en realidad, el objetivo de la izquierda no era el Estatut, sino crear el tripartito dejando a CiU fuera de juego". "Daban por hecho que el PP ganaría las elecciones generales y, con un PP ganador, exigir un nuevo Estatut, iba a ser su arma", agregó.

En una entrevista publicada hoy en 'ABC' recogida por Europa Press, el ex presidente de la Generalitat expresó que el tripartito pretendía "crear tensión" y "enfrentarse con Madrid cuatro años". "Zapatero pensaba que iba a perder las elecciones y se puso delante de la manifestación", aseguró.

DICE QUE ZAPATERO ENGAÑÓ A MARAGALL Y A LOS CATALANES.

Consideró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "primero engañó a Pasqual Maragall; luego engañó a todos los catalanes al prometer que aceptaría el nuevo Estatut tal cual saliera del Parlament". Pujol admitió que no tiene "un juicio positivo" sobre la posición de Zapatero como cabeza de gobierno. "No inspira confianza", dijo.

Pujol deseó que la reunión de esta semana entre los líderes de los dos principales partidos sirva para "que se deje atrás la crispación". "En general, lo evidente es que a Zapatero y a Rajoy les interesa apaciguar, pero no pondría la mano en el fuego", recalcó.

EN CIU "NO SERVIMOS PARA LA BRONCA"

Sostuvo que CiU puede influir "poco" en la mejora de las relaciones entre Zapatero y el presidente del PP, Mariano Rajoy. "Ahora CiU puede aportar poco, porque no se nos necesita, porque no tenemos peso y porque no servimos para la bronca", señaló Pujol, quien se mostró partidario de que los convergentes intervengan en política española.

Pujol consideró que política actual es poco coherente y de bajo nivel". El ex presidente advirtió de la necesidad de "no caer en los defectos de la vida pública italiana", donde hay 554.000 coches oficiales. "La parálisis burocrática es inmensa. Eso podría pasar aquí, aunque todavía hay remedio", expresó.

Explicó también que durante la Transición se "hizo bien en un momento difícil" y consideró que las circunstancias influyeron, ya que "la dificultad ayuda a ser responsable". Sin embargo, apuntó que algunos miembros de aquella etapa, como el profesor Fuentes Quintana, no han tenido "la repercusión política" que merecían.

CRISIS DE AUTORIDAD EN CATALUNYA.

Pujol sostuvo que hay una "crisis de autoridad en Catalunya", de la que culpó a "la ideología antiautoritaria de la que el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho escaparate".

En un análisis de los resultados de las elecciones municipales, Pujol insistió en que CiU "fue el único partido que subió en porcentaje", aunque haya perdido "poder institucional". "El tripartito retrocede claramente en Barcelona", recalcó. Además, consideró que el PP está "mal posicionado en Catalunya".

En este sentido, señaló al abstencionismo como "un mensaje cívico importante". "Es decirles a los políticos: 'No lo hacéis bien'", dijo sobre el alto porcentaje de votos en blanco.

En cuanto a la economía española, señaló que "la productividad es baja" y que se depende "demasiado de la construcción, de consumo y de la inmigración". Además, apuntó que "hay una cierta crisis en la inversión extranjera". "La imagen exterior de España está siendo afectada", señaló.

"Como datos positivos tenemos el crecimiento o el superávit, buena inercia positiva. Incluso el ralentí inmobiliario es muy gradual", explicó. Sin embargo, aconsejó que se aplique la "prudencia" en este sentido.