Rajoy se plantea mañana el debate como la "última oportunidad" e irá al "ataque" para ganar "por goleada"

Actualizado: domingo, 2 marzo 2008 13:50

Los 'populares' creen que Zapatero tendrá un discurso agresivo y que apelará a las declaraciones publicadas en 'FT' sobre la abstención

MADRID/LEON, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, quiere aprovechar su 'segundo cara' con el jefe del Ejecutivo para lanzar un mensaje de futuro a los ciudadanos que acudirán a las urnas cinco días después, pero anticipa un discurso agresivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Por eso utilizará la estrategia del contraataque, ya que se plantea este debate como "última oportunidad" de vencer y su objetivo es "ganar por goleada", según fuentes consultadas por Europa Press.

El equipo de Rajoy, consciente de que esta vez es Zapatero quien abre cada uno de los bloques, creen que intentará marcar la agenda de cada tema con propuestas --de hecho, el candidato socialista ha dicho públicamente que espera que sea un debate más de propuestas--, pero también piensan que irá más al ataque que en el primer duelo.

El propio presidente del PP augura un debate más duro. Por lo pronto ayer en Zaragoza se mostró convencido de que Zapatero le prepara una "sorpresa" para esta segunda cita porque está "escudriñando en el pasado" y ha pasado del "talante al grito" generando "tensión, dramatismo y crispación". En este caso, tendrá "cumplida respuesta", le avisó.

DEBATE COMO "ULTIMA OPORTUNIDAD".

Varios asesores del candidato popular consultados por Europa Press consideran que Zapatero no quedó del todo satisfecho con su actuación en el 'cara a cara' del pasado lunes y por ello, piensan que en esta ocasión intentará ganar el debate y será más incisivo en sus intervenciones.

Pero también Rajoy quiere ser el triunfador con claridad del debate del lunes y, según los populares ese día tiene la última oportunidad para vencer en las elecciones, de ahí que tiene que intentar lograr una victoria clara en el 'cara a cara'. Para ello, afirman que no son necesarias grandes estrategias, sino que debe ir "a por todas" y eso se logra, dicen, si va de nuevo "al ataque" contra Zapatero.

El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, reveló en una conversación informal con periodistas en León que el hecho de que Zapatero abra las intervenciones en cada bloque le permitirá marcar los temas de debate. Eso obligará al presidente del PP a enfocar más esta segunda cita en la respuesta al jefe del Ejecutivo y en el "contraataque". Por eso, y en la previsión de que se acudirá a la etapa de gobierno de José Maria Aznar, los 'populares' han preparado respuestas para su candidato.

Paralelamente, los 'populares' están convencidos de que el presidente del Gobierno sacará a relucir en el debate las declaraciones que publicó el Financial Times acerca de que la estrategia del PP pasaba por sembrar dudas en temas como inmigración o economía para buscar la abstención de los votantes socialistas. En ese caso, señalan, Rajoy le responderá "con cariño".

UN MENSAJE DE FUTURO.

Las fuentes consultadas creen que quien piense que a un debate se va a hacer propuestas se equivoca. En este sentido, consideran que las propuestas, que también habrá, salen como respuesta en la confrontación, ya que, cada uno intentará hablar de los temas que le interesa. Eso sí, su objetivo es lanzar un mensaje de futuro.

Para el equipo de Rajoy, Zapatero cometió varias equivocaciones en el debate del pasado lunes, ya que, dicen, se empeñó en negar lo que piensa buena parte de la gente, por ejemplo, diciendo que la economía va bien. Recuerdan que incluso llegó a decir que habían bajado los precios de la vivienda.

Por ello, los temas en los que seguirá incidiendo Mariano Rajoy son los que considera que preocupan más a los ciudadanos, como vivienda, inmigración, terrorismo, economía o seguridad ciudadana, que ya ha formado parte de su discurso de precampaña y campaña electoral.

Paralelamente, también creen que Rajoy tiene que corregir algunas cosas. El candidato popular tiene por costumbre preparar sus notas en un cuaderno de anillas y, aunque conocía su contenido, en la exposición final, se puso a leerlas en lugar de exponerlas mirando con convicción a la cámara y eso, admite, no causa buen efecto.

Las opiniones son diversas en relación con el discurso de la niña con el que concluyó Rajoy su intervención --que ha sido objetivo de bromas toda la semana desde las filas socialistas-- porque aunque algunos dirigentes admiten que trasladó un mensaje muy conservador, otros creen que una parte de la sociedad lo ha recibido muy bien.

Los populares creen que el debate del pasado lunes no ha movido nada electoralmente hablando. Sin embargo, piensan que la gente se ha quedado con la expectativa del próximo 'cara a cara' --porque en este momento hay una bolsa de indecisos que se van decantando-- y ésta es la oportunidad que debe aprovechar Mariano Rajoy e intentar ganar de una manera clara.

NUEVA ESTRATEGIA DEL PSOE.

Rajoy ha avanzado que llevará al debate' la conversación que mantuvieron fuera de micrófono el presidente del Gobierno y el periodista Iñaki Gabilondo, un incidente que ha escenificado ante su público en todos sus mítines de campaña y que a su juicio retrata la idea de que los socialistas quieren "tensión, crispación y dramatismo". "El lunes le hablaré también de Iñaki Gabilondo, que nadie tenga la más mínima duda", prometió en Zaragoza.

Sin embargo, el primer partido de la oposición cree que esa estrategia de "tensión" y de meter "miedo" para movilizar al máximo a sus votantes no ha dado resultado a los socialistas y prueba de ello, según los 'populares', es que están intentando cambiarla. Así, creen que en esta recta final de campaña su mensaje pasa por trasladar la idea de que están a punto de ganar por mayoría absoluta y apelar al voto útil para no depender de las minorías, según explicó Elorriaga.

Por el contrario admitió que la estrategia del Partido Popular ha sido siempre la misma desde el inicio de la precampaña electoral --desde la proclamación como candidato de Mariano Rajoy en octubre-- y ha estado dirigida a realizar una apelación directa a los votantes socialistas descontentos con la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero.