Rajoy urge a dialogar sobre la negociación colectiva y defiende un pacto entre partidos y CCAA para salir de la crisis

Actualizado: martes, 10 noviembre 2009 16:23

Dice que subir los impuestos es el "peor remedio" y tilda de "frivolidad" que, tras los datos de paro, el Gobierno hable de mejora

ZARAGOZA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, defendió hoy la necesidad de dialogar sobre la negociación colectiva dentro de un proceso de implantación de "reformas estructurales" que, según explicó, deben acordarse en el marco de un gran pacto de Estado que sirva para que España salga de la crisis. A su entender, es "imprescindible" ese "gran acuerdo nacional entre las fuerzas políticas y con todas las Comunidades Autónomas".

Durante su participación en el XII Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Zaragoza, Rajoy recalcó que la economía epañola es una de las que más desempleo genera y urgió al Gobierno central a apoyar a los emprendedores, que son "los que se arriesgan" y contribuyen a crear riqueza.

Rajoy aseguró que en la actual situación económica hay que "ser previsible" porque "es lo contrario de la improvisación, de los bandazos o de hoy bajar los impuestos para mañana subirlos". Es más, subrayó que esa previsibilidad también pasa por "diseñar un plan global y ejecutarlo a lo largo de una legislatura" y recordó que la política económica con José María Aznar "nunca fue improvisada ni imprevisible".

AMPLIO CONSENSO POLÍTICO, SOCIAL Y TERRITORIAL.

Ante los empresarios, el líder de la oposición señaló que "es preciso iniciar un proceso de amplio consenso político, social y territorial" para poner en orden las cuentas públicas para decidir cuánto y cómo se disminuirá la deuda pública. El conjunto de las Administraciones públicas, continuó, tendrán que "redefinir sus parámetros de gasto" y hacer un "ejercicio de austeridad" que obligará a decidir qué servicios públicos deberán mantenerse "a toda costa", como los de sanidad, educación, servicios sociales, Justicia y seguridad.

"Todo esto hace imprescindible un gran acuerdo nacional entre las fuerzas políticas y con todas las Comunidades Autónomas. Lo hemos ofrecido ya varias veces en el Congreso de los Diputados, pero el Gobierno no ha tenido a bien ni en dar por recibida la propuesta", lamentó.

Dado que todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de incrementar los niveles de competitividad de la economía española, el líder del PP recalcó que "sería conveniente dejar de marear la perdiz y ponerse a ello". En este punto, criticó al gabinete socialista por no haber acometido en cinco años "ninguna reforma estructural".

Según Mariano Rajoy, el cambio de modelo que propone Zapatero es parangonable al "modelo de planificación del desarrollo". Frente a ello, señaló, es preciso apoyar a "los que se arriesgan", como los emprendedores.

En su discurso, insistió en la necesidad de reformar el sistema educativo porque España tiene la tasa de fracaso escolar más alta de la OCDE, así como apoyar la inversión empresarial rebajando el impuesto de sociedades junto con la regularización de balances.

En cuanto al mercado de trabajo, el líder de la oposición afirmó que España es uno de los países que más empleo destruye en épocas de crisis y apostó por dialogar sobre la negociación colectiva. Igualmente propuso reformar la legislación relativa a morosidad y procedimientos concursales.

También recomendó reformar el sistema energético, algo que, en su opinión, obliga a debatir "en serio" sobre el futuro del sector y las fuentes de energía. En este sentido, criticó la decisión del Gobierno central de cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña en el año 2013.

El presidente del PP consideró que el funcionamiento de las Administraciones públicas no debe ser un "arrastre" para el desarrollo y propuso eliminar las "duplicidades" y lo "superfluo" ante los problemas económicos que genera la multiplicidad de la normativa autonómica. De hecho, puso de ejemplo la existencia de 17 licencias de caza diferentes, una por comunidad autónoma.

También se refirió al proceso de reordenación del sector bancario y pidió que primen los intereses económicos y no los políticos, puesto que, según indicó, siendo respetable el interés de algunos por tener "un banco en su pueblo", en realidad "el mundo no va por ahí", sino que las entidades bancarias y de ahorro deben ser "solventes".

SÍNDROME DE CASANDRA.

Rajoy se retrotrajo a años atrás, cuando advirtió de la llegada de la crisis y fue tildado de "antipatriota" por los socialistas y expresó que "en más de una ocasión me he creído afectado por el síndrome de Casandra", figura de la mitología helénica que siempre precedía el futuro sin obtener la atención del público.

Al respecto, el presidente del PP dijo que "el escenario no puede ser más desalentador" por hechos como la desaparición de 100.000 empresas, el "gran descalabro de las cuentas públicas" y la existencia de más de cuatro millones de parados.

"He perdido la esperanza de una rectificación por parte del Gobierno", dijo, quien lamentó que el presidente del Gobierno no haya accedido a elaborar "un acuerdo global" para solventar la crisis. Señaló que el PP mantiene "abierta" su oferta aunque consideró que el Gobierno no está interesado.

Ante los recientes datos de paro, el presidente de los 'populares' aseguró que "es una frivolidad" afirmar que España está "mejorando" cuando las previsiones sitúan en 300.000 personas la cifra de nuevos parados en 2009.

Mariano Rajoy aseveró que subir los impuestos es el peor remedio, puesto que descienden el consumo privado y la inversión empresarial. Además, indicó que "incluso dando por buenas las previsiones de ingresos formuladas por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado", no mejorará el contexto económico.

GENERAL MOTORS.

En cuanto a la decisión de General Motors (GM) de continuar como propietaria de Opel, Rajoy afirmó que no tenía "nada que alegar". "Pero creo que es más que probable que ninguna de esas personas sepa dónde está Figueruelas, ni Zaragoza, ni conozca a ninguno de sus directores, ni trabajadores, ni conozca su angustia", dijo, ante los previsibles recortes de empleo.