Actualizado: jueves, 24 diciembre 2009 22:20


MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Rey pidió este jueves al Gobierno y la oposición que apliquen "mucho sentido de Estado" en sus respectivas funciones y desarrollen "una profunda confianza en España y los españoles" como forma de afrontar el porvenir y los retos que marcarán el próximo año.

Durante el tradicional discurso pronunciado durante la Nochebuena, Don Juan Carlos defendió la independencia de las instituciones constitucionales para el buen funcionamiento de España, fijó la "honrandez como regla inexcusable de conducta" y reclamó reformas económicas para superar la crisis.

En concreto, el monarca solicitó al Ejecutivo y al principal partido de la oposición, unión para acometer la superación de "tensiones y divisiones" sobre la base de los principios que inspiran la Constitución.

"Sigamos trabajando para que prime la fraternidad sobre las desavenencias, la confianza sobre el recelo, el bien colectivo sobre los egoísmos particulares y para que la honradez sea regla innexcusable de conducta", destacó.

En esta misma línea, el monarca reclamó una "suma de voluntades" en torno a los grandes temas de Estado con el objetivo de reforzar "la cohesión interna y la proyección exterior" de España.

Su Majestad recordó que los dirigentes políticos, sociales y económicos conocen "el camino a seguir" dado que en las últimas décadas "hemos sido capaces de resolver grandes problemas (...) mediante la voluntad de acuerdo y el liderazgo responsable de nuestros dirigentes".

Así, reiteró su petición a todos ellos de que "sirvan al interés general" para lo cual se necesita --dijo-- "aplicar la fuerza de la unidad, del diálogo y del compromiso, en el marco del respeto a nuestra Constitución".

INSTITUCIONES INDEPENDIENTES

Sin mencionar específicamente al Tribunal Constitucional y su deliberación sobre el Estatuto de Cataluña, Don Juan Carlos destacó la existencia de "instituciones clave para la estabilidad y convivencia democráticas y el buen funcionamiento del conjunto de España", y defendió que su independencia es necesaria "para el mejor y más justo ejercicio de sus responsabilidades".

"Todos debemos preservar esa independencia en aras de la confianza que los ciudadanos tienen depositadas en ellas", agregó y recordó que la Carta Magna garantiza "un amplio abanico de derechos y libertades y fundamenta una avanzada articulación de nuestra rica diversidad territorial".

En cuanto a la crisis económica, el Rey volvió a realizar un llamamiento a favor de la unión de fuerzas y a la necesidad de "redoblar esfuerzos para que España vuelva a crecer y a crear empleo, cuanto antes y de forma sostenible".

Aseguró que la fortaleza en el plano económico y social requiere "el más amplio entendimiento y solidaridad entre todos lo españoles y entre todas y cada una de nuestras Comunidades Autónomas". "No nos podemos permitir que las legítimas diferencias ideológicas resten energías al logro de los consensos que piden nuestros ciudadanos", dijo.

REFORMAS FRENTE A LA CRISIS

Don Juan Carlos realizó una referencia expresa al problema del desempleo que, indicó, "es la principal preocupación de las familias españolas". "Afecta a varios millones de personas angustiadas no sólo por la pérdida de ingresos, sino por la falta de horizontes en sus vidas laborales y personales".

A este respecto reclamó la necesidad de "seguir adoptando medidas" y "lograr acuerdos" que permitan "acometer las reformas precisas a fin de alcanzar una pronta recuperación en un clima de seguridad y confianza".

"Volver a crecer es el reto más apremiante para poner fin al desempleo", agregó, advirtiendo que "queda mucho por hacer" y que es preciso seguir adelante y trabajar juntos en la misma dirección para salir de la crisis.

SECUESTRO DE LOS COOPERANTES

El Rey recordó durante su discurso a los tres cooperantes de la ONG catalana Acció Solidària que permanecen secuestrados en Mauritania por Al Qaeda, calificó su situación como "intolerable" y exigió su puesta en libertad.

"El terrorismo internacional, que tan inmenso dolor ha causado, ha secuestrado de forma intolerable a varios compatriotas --volcados en nuestra cooperación al desarrollo-- cuya libertad exigimos", recalcó.

En este marco, el monarca resaltó la importancia de la política exterior y aseguró que "importa consensuar y coordinar al máximo el papel internacional de España". "Nuestra seguridad, progreso y bienestar dependen cada vez más de una eficaz promoción de nuestros intereses en el mundo", apostilló.

Se refirió a la próximo presidencia de la Unión Europea --que asumirá España a partir del 1 de enero-- y explicó que tras la puesta en marcha del Tratado de Lisboa "resulta prioritario lograr una Europa más unida, dinámica y presente en el mundo".

Don Juan Carlos realizó una especial mención a los miembros de nuestras Fuerzas Armadas y a su nuevo papel en "la vigilancia frente a acciones delictivas tan inaceptables como la piratería marítima".

Hizo referencia con especial emoción a todas las víctimas del terrorismo y sus familiares y destacó la labor desplegada por las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Justicia para acabar con esta lacra.

Por último, el monarca concluyó su discurso con el deseo de la Familia Real a todos los españoles y extranjeros que viven en España que 2010 se aun año "cargado de paz, concordia, recuperación económica y más empleo".

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