BARCELONA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La meteorología centró el breve pero cordial encuentro que mantuvieron el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de CiU, Artur Mas, durante el tradicional desayuno institucional en los jardines del Palau de Pedralbes, acompañados por sus respectivas esposas, Anna Hernández y Helena Rakosnik.
En el Sant Jordi previo a unas elecciones tras las que uno de ellos dos será el próximo presidente de la Generalitat, Mas y Montilla también hablaron de libros.
El convergente dijo que ya ha comprado dos, uno para su suegra, y luego preguntó al presidente si dedicaría esta tarde a firmar ejemplares de su biografía, escrita por Gabriel Pernau, al igual que hace el líder de CiU junto a la autora de su perfil, Pilar Rahola. Montilla dijo que no: "Yo no he escrito ningún libro", sostuvo.
Mas, Montilla y sus mujeres coincidieron casi dos horas más tarde del inicio del desayuno, que reunió a más de 4.500 personas según los Mossos d'Esquadra, y en su encuentro, de unos cinco minutos de duración, no hablaron de la resolución que los tres socios del Govern y CiU están acabando de consensuar sobre la renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que han agotado su mandato, pese a la gran expectativa que genera esta cuestión.
Durante la conversación, Rakosnik, adelantó que esta tarde no irá al trabajo, y que se ha tenido que coger un día prestado de sus vacaciones. "Hay otros que no podemos hacer lo mismo", aseguró Mas dirigiéndose al matrimonio Montilla.
El encuentro entre ambos mandatarios y sus esposas estuvo rodeado de una gran expectación. Prueba de ello era el gran número de cámaras de televisión, fotógrafos, periodistas y también curiosos que rodearon a la pareja en todo momento. Los cuatro posaron ante la prensa gráfica con una sonrisa de oreja a oreja, demostrando que pese a la rivalidad política, el denominado 'oasis catalán' no es sólo un espejismo.
A la recepción asistieron, como en años anteriores, representantes de la sociedad civil, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y de las religiones que conviven en Catalunya.
El sector económico estuvo representado, entre otros, por Salvador Alemany (Abertis), Salvador Gabarró (Gas Natural), Jaume Roures (Mediapro), Joan Maria Nin (La Caixa), Josep Oliu (Banc Sabadell), Josep Maria Alvarez (UGT), Joan Carles Gallego (CCOO) y Jorge Lasheras (Yamaha), entre muchos otros.
Varios diseñadores de moda catalana, como Toni Miró y Custo, saludaron juntos a Montilla y se fotografiaron con él.
Muchos representantes de entidades cívicas, menos acostumbrados al protocolo, no dudaron en acercarse a Montilla y hacerse una fotografía con él, así lo hicieron un grupo de mujeres representantes de asociaciones de homosexuales.
Del mundo de la cultura se pudo ver a los músicos Jordi Savall y Montserrat Figueras; el director del Liceu, Joan Francesc Marco; el diseñador André Ricard, y el cineasta Conrad Son.
Los miembros del Govern se hicieron como cada año la tradicional fotografía de grupo de rigor. Según confirmaron a Europa Press fuentes del ejecutivo catalán, el conseller de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, estuvo a punto llegar tarde y no salir en la instantánea, mientras que en el brindis, la consellera de Trabajo, Mar Serna, aparcó el cava y se inclinó por un vaso de agua, pese a la superstición que dice que brindar con ella trae mala suerte.
