MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La candidata a la presidencia del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que sus adversarios no están en su partido y no ha respondido a las denuncias que lanza uno de sus contrincantes, Pablo Casado, de que otras candidaturas le están poniendo zancadillas y ejerciendo presiones a los dirigentes territoriales para que dirijan el voto hacia determinado aspirante.
Santamaría ha hecho estas declaraciones en la sede nacional del PP tras reunirse con la dirección de Nuevas Generaciones, que antes que con ella se ha reunido también con Casado y esta tarde lo hará con otros tres aspirantes, María Dolores de Cospedal, José Manuel García Margallo y José Ramón García-Hernández.
La ex vicepresidenta del Gobierno ha mantenido el discurso que está ofreciendo cuando los medios de comunicación le preguntan por las denuncias de Casado. "No tengo adversarios entre los compañeros del partido. Mis adversarios son Pedro Sánchez, los independentistas que gobiernan con él y los populistas de Pablo Iglesias", ha recalcado.
Tampoco ha querido responder a las acusaciones de que se está presionando a las direcciones provinciales para que recluten apoyos a determinadas candidaturas de cara a la votación del día 5 de julio, día en el que los cerca de 66.400 afiliados inscritos en este proceso opinen sobre a quién quieren para suceder a Mariano Rajoy. Los dos con más apoyos pasarán al congreso nacional para que voten finalmente los compromisarios.
"Estoy viajando por toda España, sólo tengo palabras de agradecimiento para compañeros, presidentes locales, presidentes provinciales y autonómicos, que hacen un esfuerzo enorme para organizarnos y atendernos a todos", ha sido su respuesta.
Sí ha defendido sin embargo que ella puede liderar el PP pese a no haber tenido cargos internos en los últimos años, frente a quien pueda criticar su distancia de 'Génova' en los últimos años. Ha explicado que dejó la estructura 'popular' al incorporarse a la vicepresidencia del Gobierno en 2011 y que siempre ha estado donde su formación ha querido. "He sentido que represento al partido donde el partido ha decidido que sea así", ha dicho.
La candidata ha reiterado que ofrece acuerdo al resto de candidaturas antes y después del congreso de julio y ha defendido que este se celebre tal cual está previsto y aprobado; si en las primarias del día 5 pasan dos candidatos, los compromisarios deberán elegir a uno en el cónclave de finales de mes.
"Lo importante es que el partido salga unido y fortalecido, eso exige generosidad, integración", ha recalcado, y ha vuelto a subrayar que el PP elegirá a su presidente pero fundamentalmente al próximo candidato a la presidencia del Gobierno.
UNA QUERELLA CRIMINAL EN EL CURRICULUM
Por otro lado, Soraya Sáenz de Santamaría ha defendido el trabajo que realizó desde el Gobierno ante el referéndum de independencia del 1 de octubre pasado y todo el proceso soberanista. "Algunos llevamos en el curriculum tener una querella criminal de los independentistas por defender la unidad de España", ha añadido.
La exvicepresidenta ha dicho que entabló un diálogo con los catalanes que se sienten también españoles y se han sentido "muy solos ante la presión y el acoso de los independentistas". Y ha criticado la estrategia del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez porque a su juicio trata de abrir el debate sobre la organización de un referéndum de independencia o el traslado de los políticos presos a cárceles de Cataluña.
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