ÁVILA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más de 5.000 personas, a pesar del frío, la niebla y las bajas temperaturas, participaron en la madrugada de este viernes en el Vía Crucis penitencial que transcurrió en torno a la Muralla de Avila y que constituye uno de los desfiles procesionales más significativos de la Semana Santa de la capital abulense y que rememora las últimas horas de Cristo.
El Vía Crucis, que partió a las 05:30 horas de la madrugada de la Catedral de El Salvador, terminó en el mismo templo pasadas las 08:00 horas y después de que los fieles recorriesen los más de dos kilómetros de perímetro de la Muralla de Avila, donde hicieron altos ante las cruces de madera que encontraron a su paso.
La comitiva acompañó al amanecer a la talla del Santísimo Cristo de los Ajusticiados en un acto penitencial que se celebra desde 1935 y que rememora el recorrido de Cristo por la va dolorosa en la mañana del Viernes Santo, en la que caminó cargado con la cruz hacia el monte de la crucifixión.
El origen de la actividad del Patronato de la Santa Vera Cruz, que organiza el tradicional vía crucis, se encuentra a finales del siglo XVI, cuando acompañaba a los reos que iban a ser ajusticiados y preparaba una sala en la que el condenado "estar en capilla", que significaba permanecer sus últimas 24 horas y recibir asistencia espiritual y material.
Hasta este lugar iban los hermanos del patronato junto a este Cristo, que si se llamaba Cristo de la Buena Muerte pasó a denominarse Cristo de los Ajusticiados. Tras la sentencia al reo, los miembros del patronato tenían como misión cumplir su última voluntad y darle sepultura cristiana.
