Sémper (PP) dice que Garitano "malgastó una oportunidad histórica" y que éste "no cree que ETA deba desaparecer"

Borja Sémper
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 24 junio 2011 16:42

El PP sigue con "la mano tendida" a PNV y PSE porque tienen "muchos puntos en común" sobre la gestión del territorio

SAN SEBASTIÁN, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, ha considerado que el nuevo diputado general del territorio, Martin Garitano, estrenó su cargo "malgastando una oportunidad histórica" al no haber exigido a ETA su desaparición y ha considerado que "el problema que tenemos todos como sociedad" es que el dirigente de Bildu "no cree" que la banda terrorista deba desaparecer.

En una rueda de prensa en San Sebastián, Sémper ha considerado que el diputado general "podía haber dicho que ni uno solo de los atentados de ETA ha tenido justificación" y se ha preguntado "cuál es el problema para exigir a la banda terrorista que existe en Europa que desaparezca".

El dirigente popular ha denunciado que Bildu pretenderá "cerrar una etapa en falso, reescribir la historia y un relato de lo sucedido en la que aquí nadie asesinó y nadie fue asesinado, un empate eterno entre la democracia y una banda terrorista".

A su juicio, si se acepta eso, "estaríamos construyendo un futuro débil, una sociedad vigilada por quienes volverán si las cosas no van por donde quieren". "Estaríamos consolidando una sociedad en la que, según las circunstancias, se permite matar o ejercer la violencia porque hay razones para ello", ha añadido, para insistir en la importancia de realizar una "deslegitimación" de la historia de ETA.

Sémper ha considerado que, en el Pleno de investidura de las Juntas guipuzcoanas, se evidenció que, "más allá de los intereses partidistas", hay "muchos puntos en común" sobre la gestión del territorio entre PNV, PSE y PP. Por ello, ha asegurado que si la formación jeltzale "se recupera del shock Bildu y apuesta por los ciudadanos y no por los territorios, hay camino que recorrer juntos".

De este modo, ha asegurado que se va a "imponer el acuerdo" para Guipúzcoa entre las tres formaciones porque, según ha dicho, no se puede permitir que "el tren del territorio descarrile".

Por ello, ha insistido en que el PP sigue "con la mano tendida" a socialistas y jeltzales para que Bildu "no nos lleve al pasado y volver a la tensión permanente". "Seremos todos unos irresponsables si convertimos a Guipúzcoa en una isla de conflicto", ha agregado.

Tras reconocer que entre el PNV y PSE "se ha abierto una brecha difícilmente salvable" y que ambas formaciones están "más lejos que nunca", ha asegurado que les insistirán en el hecho de que "la política no se puede hacer desde las vísceras y el agravio permanente" y en que los partidos con vocación institucional "tienen que dar la talla".

"AÑOS 80"

El dirigente popular ha advertido de que Bildu va a "utilizar" las instituciones en las que gobierna para "llevarnos a los años 80" así como para "recuperar el discurso caduco del conflicto político, con España, de la negociación con ETA". No obstante, se ha mostrado convencido de que la coalición soberanista va a "fracasar en su estrategia de rescribir la historia y en su pulso con el Estado".

Respecto a la posibilidad de intentar gobernar la Diputación de Guipúzcoa desde la oposición entre socialistas, jeltzales y populares, ha afirmado que "tener una buena oposición es tan importante como tener un buen gobierno" pero ha expresado su convencimiento de que "es mentira que se pueda hacer".

De este modo, ha insistido en que la principal responsabilidad será la de "aportar calma y sosiego donde Bildu va a querer imponer tensión", aunque ha recordado que existen fórmulas que permite el ordenamiento jurídico para poder intentar cambios de Gobierno.

Borja Sémper ha afirmado que el PP tendrá una relación normalizada con Bildu "en las instituciones" pero ha remarcado que "una cosa es el día a día institucional y el debate sobre aspectos de gestión" y otra "una relación extra institucional y política con aquellos que no creen necesario que ETA desaparezca". En ese sentido, ha subrayado que esta última opción es "muy difícil por no decir imposible".