VALENCIA, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, manifestó hoy que con el minitrasvase de agua del Ebro aprobado para Barcelona, el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, "solamente está satisfaciendo sus hipotecas electorales", según dijo, "las hipotecas de votos que tiene con Cataluña". Aceptó la llegada de agua del Ebro para los barceloneses, pero consideró "patética" la "desigualdad" de de trato del Ejecutivo central con otros territorios que reclaman también este recurso como la Comunitat, Murcia y Almería.
Barberá, que asistió hoy a la inauguración de las obras de remodelación de los jardines de la plaza del Escultor Víctor Hino, se refirió así a la reunión de la plataforma de 'Alcaldes por el agua' celebrada ayer en Orihuela (Alicante) para reclamar agua del Ebro para valencianos, murcianos y almerienses. Indicó que éste fue un acto de "importancia", "fortaleza" y "potencia" en el que "los alcaldes, los más cercanos a los ciudadanos, dijimos basta ya".
Agregó que los más de 300 primeros ediles que asistieron al encuentro de ayer representan a "millones de personas, no sólo de los pueblos del Mediterráneo, sino también de otros municipios de España", dijo. A su vez, señaló que estos responsables municipales, "muy identificados", "con mucha ilusión" y "con muchas ganas", se mostraron "solidarios" ante el "trato desigual" y la "falta de cumplimiento de la Constitución" por parte del Gobierno central al "no tratar a todos igual" en el tema del agua.
Barberá sostuvo que "todos los españoles somos iguales" y destacó que "no hay privilegios territoriales y mucho menos, por razones electorales como está haciendo Zapatero". Comentó que ante esta situación, la plataforma de 'Alcaldes por el agua' ha dicho "basta ya" y ha decidido que "si no hay manera de que nos hagan caso con acuerdos, decisiones políticas y con el cumplimiento de la ley, queda salir a la calle", en alusión a las movilizaciones anunciadas ayer para pedir el trasvase del Ebro a la Comunitat, Murcia y Almería.
La responsable municipal estimó "patético" el "agravio" y la "desigualdad" con la que "el Gobierno de Zapatero, una vez más, está tratando a los valencianos, a los murcianos y a los almerienses con el agua" y afirmó que esto es algo "tan grave" que "solamente se puede entender si el Gobierno se cree que nosotros somos tontos".
"Estamos absolutamente de acuerdo con que se lleve agua a Barcelona, pero no con que se nos quite a nosotros, con que no se nos traiga", aseveró, al tiempo que criticó que la manera que el Ejecutivo central "tiene de no reconocerlo" sea "el eufemismo, el no llamar a las cosas por su nombre" y "evitar hasta cómo se llaman las cosas". Aseguró que "habrá que hacer una nueva academia de la lengua para Zapatero, la academia de la lengua de Zapatero para engañar a la gente".
La alcaldesa de Valencia expuso que "no solamente se ha de tener visión de una gran ciudad" sino que destacó que también se ha de tener en cuenta el campo", dado que "hay cientos y cientos de pueblos que viven de la agricultura", tanto por medio del cultivo como a través de empresas como la conservera, "muy importante en Murcia", precisó. Así, sostuvo que "cada vez que se seca un campo, se está perjudicando, no sólo a la familia de los agricultores sino también a otros sectores como la industria conservera de Murcia y a los invernaderos de Almería".
DEROGACIÓN.
Tras ello, aseveró que al presidente del Gobierno central esto "le da igual" porque "solamente está viendo su conveniencia electoral" y "solamente satisfaciendo sus hipotecas, las hipotecas electorales de votos que tiene con Cataluña, sin mirar los perjuicios que está causando por no darnos el agua" y "la desigualdad y la falta de justicia". Agregó que el "desprecio, la poca importancia y la desconsideración que Zapatero da al sector agrícola" se refleja también en que "ha quitado hasta el nombre al Ministerio --de Agricultura--, que ahora es del Medio Rural".
Por otro lado, subrayó que "dentro de muy poco, se cumplen cuatro años de la derogación del trasvase del Ebro", una decisión que firmó la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, recordó. Indicó que De la Vega es "hoy diputada por Valencia" y censuró que "durante la campaña electoral y siendo candidata, supiera que estaba pactado y acordado un trasvase a Barcelona y que no lo dijera".
Rita Barberá manifestó que la vicepresidenta del Ejecutivo aunque "es diputada por Valencia", "no está representando los intereses de los valencianos, entre los que está la necesidad del agua y, sobre todo, la necesidad de un trato igual a otros ciudadanos de España".