Sevilla deja el Congreso tras marcar distancia con los 'brotes verdes', el cambio de Gobierno, las reformas y el Estatut

Actualizado: martes, 1 septiembre 2009 20:32

MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ex ministro Jordi Sevilla anunció hoy su renuncia al escaño del Congreso culminando una larga serie de posiciones críticas con el Gobierno y la dirección del PSOE en cuestiones como los 'brotes verdes' de la economía, las remodelaciones del Ejecutivo, la conveniencia de abordar reformas estructurales o la reacción ante la próxima sentencia del Estatuto de Cataluña.

Sevilla, que había sido jefe de gabinete con Pedro Solbes en la anterior etapa de Gobierno socialista, fue uno de los principales asesores económicos de José Luis Rodríguez Zapatero en su etapa de oposición y uno de los promotores del grupo Nueva Vía que rodeó al entonces diputado socialista en su pugna por el liderazgo del PSOE. Su anécdota del micrófono abierto, cuando garantizó a Zapatero que lo que necesitaba saber de política presupuestaria lo podía aprender "en dos tardes", revelaba la confianza entre ambos.

Tras la victoria socialista de 2004, Zapatero le nombró ministro de Administraciones Públicas, pero con el paso del tiempo se fueron deteriorando las relaciones de confianza hasta el punto de que, pese al departamento que dirigía, fue relegado a un papel secundario en las negociaciones del estatuto de Cataluña.

EN SU BLOG YA COMUNICÓ QUE NO IBA AL PSPV

Tras ser relevado de la cartera de Administraciones Públicas en julio de 2007, Zapatero indicó que tenía pensadas para él nuevas tareas pero, cuando se abrió el debate por la sucesión de Joan Ignasi Plá como líder de los socialistas valencianos, el ex ministro volvió a recurrir a su 'blog' para dejar claro que él no estaba en la carrera. "A quien pueda interesar, no seré yo", sentenció.

Sevilla permaneció en el Congreso para continuar con su labor política y esta legislatura pasó a ocupar la presidencia de la Comisión Mixta para el estudio del cambio climático, además de participar como vocal en las comisiones del Pacto de Toledo, de Economía y Hacienda y de Trabajo e Inmigración.

Sin embargo, a lo largo de este periodo fue distanciándose de algunas de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo e hizo público su desacuerdo a través de artículos en prensa y, sobretodo, de su 'blog' personal, donde él mismo anunció hoy su paso a la actividad privada para formar parte de la consultora PricewaterhouseCoopers.

El último capítulo de este desencuentro tuvo lugar la pasada semana a raíz de las reacciones ante la próxima sentencia sobre el Estatut de Cataluña. Sevilla respaldó al 'número tres' de la Generalitat, Joan Saura, y calificó de "sensata" su idea de buscar otras fórmulas acordes con la Constitución para desarrollar el autogobierno en Cataluña en caso de una sentencia negativa del Tribunal Constitucional.

Además, se preguntó por qué una manifestación de apoyo al Estatut antes de conocer la decisión del alto tribunal --como quería el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod Rovira-- sería una "presión intolerable sobre los magistrados del Constitucional" mientras que no lo son los artículos y editoriales de prensa, "incluyendo interioridades de las deliberaciones del Tribunal y las posiciones defendidas por conservadores y progresistas".

"¿BROTES VERDES O RESTOS CHAMUSCADOS?"

Sin embargo, las discrepancias del ex ministro han sido sobre todo acerca de asuntos económicos y, en concreto, arremetió contra el anuncio del Gobierno de que la economía española empezaba a mostrar "brotes verdes". En este punto, se preguntó si esos brotes verdes "adelantan el nuevo modelo de crecimiento" o si por el contrario "son restos chamuscados del viejo modelo".

"De la misma manera que cuando la economía crecía al 4 por ciento algunos se negaban a hablar de crisis por mucho que los nubarrones se cernieran ya sobre el horizonte, yo, hoy, con una economía decreciendo al -3 por ciento, me resisto a hablar de brotes verdes", defendió entonces.

Sevilla también hizo pública una postura contraria a la del Gobierno el pasado mes de abril al respaldar al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y convenir con él en la necesidad de abordar un "amplio y sosegado" debate sobre la reforma del sistema de pensiones o el mercado laboral.

Pero además, defendió también el derecho del ex presidente José María Aznar a manifestar sus opiniones cuando pidió al Gobierno flexibilizar el mercado laboral. "Siempre he creído que a la gente hay que tratarla como a adultos. Y que si aquello que los políticos estamos debatiendo en privado, no lo llevamos al gran público, para no asustar, la democracia se debilita transformándose en sistemas berslusconianos", sostuvo Sevilla entonces.

Sus discrepancias con las medidas del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, llegaron también tras la última remodelación de Gobierno, cuando apuntó que "algunos de los grupos de poder más importantes del país" están "más cómodos" con la actual ministra de Economía, Elena Salgado, que con su predecesor en el cargo, Pedro Solbes.

TODO PASA POR ZAPATERO

Sevilla aseguró que Zapatero buscó con el cambio de ministros del pasado mes de abril "una mayor sincronía entre lo que era la visión del presidente y la ejecución de esa visión por parte del Gobierno". A su juicio, la concentración de decisiones en el jefe del Ejecutivo "se ha ido agudizando con el ejercicio del poder".

"Desde el diálogo social, hasta el Presupuesto, pasando por la financiación autonómica o el cierre de una central nuclear, todo pasa por la misma mesa, que es la del presidente", apuntó advirtiendo que esto ha llevado a que hoy en día "el papel de los ministros sea algo menor que en otros momentos".

El ex ministro también puso peros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pues en una rueda de prensa junto con parlamentarios del PP indicó que es una herramienta útil pero insuficiente si no se enmarca dentro de una estrategia global y se garantiza que las cajas de ahorro vuelven a su negocio tradicional y no se convierten en bancos regionales.