MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Partido de los Socialistas Europeos (PES, en sus siglas en inglés) celebró hoy el "mal fin de semana" para los conservadores tras las elecciones generales en España y las municipales en Francia que, a su juicio, reflejan un cambio de tendencia en Europa.
El presidente del PES, Poul Nyrup Rasmussen, subrayó que el PSOE mantenga el poder en España, saludó los resultados de la izquierda en las municipales francesas, en las que se ha impuesto en la primera vuelta y advirtió de lo que "aún queda por luchar en Italia".
"La tendencia está cambiando y la gente le está diciendo 'no' a los conservadores. No a los recortes en el gasto social, no a enfrentar comunidades con comunidades, no a dejar al mercado la respuesta a la crisis económica, no a la inseguridad y el miedo", enumeró Rasmussen en un comunicado.
Para el presidente del PES, la ciudadanía española ha dicho "alto y claro que cree en un Gobierno progresista y seguro". "Son buenas noticias para España y para Europa", continuó Rasmussen, quien se mostró convencido de que la segunda legislatura del PSOE "seguirá ofreciendo más empleos y mejores oportunidades para todos los españoles".
ESPAÑA, BUQUE INSIGNIA DE UNA EUROPA SOCIAL
Bajo su punto de vista, la victoria del PSOE concede a España un "papel más fuerte" a la hora de "dar forma al destino de la Unión Europea". "España puede ser el buque insignia de nuestra visión de una Nueva Europa Social", añadió.
En el caso de las municipales francesas, Rassmusen remarcó que muestran que el Partido Socialista francés "está vivo en las ciudades y pueblos" de todo el país y ha retado así a todos los que querían darlo por "muerto" tras las presidenciales del año pasado.
Para Rasmussen, el pueblo de Francia ha enviado el "claro mensaje" de que quiere que los socialistas "gestionen los servicios locales para las familias y los niños", optando así por la vía de la "solidaridad, la cohesión, las políticas sociales decentes y la educación".
Ante el desafío que representan las elecciones generales en Italia el mes próximo, Rasmussen consideró que "muchos conservadores europeos estarán alarmados" ante una eventual vuelta de Silvio Berlusconi.
