Somalia.- La familia de Cendón está "a la espera de noticias de sus captores" y lleva "de mal en peor" la incertidumbre

La madre pide al Gobierno que actúe "en cuanto pueda" y a los secuestradores "que le dejen hacer su trabajo libremente"

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 27 noviembre 2008 16:09

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

La familia del fotógrafo gallego secuestrado en Somalia, José Cendón, de 34 años de edad, permanece en la "incertidumbre" en su domicilio de Santiago de Compostela, "a la espera de noticias de los captores", que no han reclamado por el momento un rescate.

En declaraciones a Europa Press, la madre del fotógrafo, María del Carmen Docampo Vázquez, confesó que vive "de mal en peor" la ausencia de novedades sobre su hijo, secuestrado junto a otro periodista británico. Por ello, reclamó a sus captores "que le dejen hacer su trabajo libremente porque no hizo daño a nadie".

Sobre todo, se mostró confiada en que el Gobierno "actúe en cuanto pueda", ya que "por el momento", es la Administración la que "tiene que hacer algo". "A nosotros lo que nos queda es tener paciencia y esperar", afirmó.

El lunes fue la última vez que María del Carmen pudo hablar con su hijo, a través de una conversación telefónica, cuando él se puso en contacto con la familia mientras esperaba a conseguir un vuelo de regreso a su domicilio en Etiopía tras concluir el reportaje que lo había llevado a Somalia para ilustrar los habituales secuestros de barcos que se viven en ese país.

MUDARSE A LATINOAMÉRICA

María del Carmen explicó también que su hijo "tenía pensado mudarse el año que viene" a América Latina --José Cendón nació en Venezuela, donde sus padres eran emigrantes, aunque lo trajeron muy pequeño a vivir a Santiago de Compostela--.

El premiado fotógrafo --en 2007 ganó el World Press Photo y el Pictures of the Year por un trabajo en centros de salud mental de la región africana de los Grandes Lagos-- ya había trabajado antes en países latinoamericanos y en otros zonas conflictivas, pero cada verano volvía a Galicia para pasar sus vacaciones estivales. "Hasta el verano no visitaría Galicia", señaló su madre.

Asimismo, reconoció que los familiares eran "conscientes del peligro que corría" pero que, a pesar de ello, no creían "que le fuera a tocar a él", ya que trabajó con anterioridad en otras zonas peligrosas y "nunca tuvo ningún problema".

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