MADRID 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los testigos españoles del ataque al Hotel Palestina de Bagdad en el que murieron en 2003 el cámara de televisión José Couso y el periodista ucraniano Taras Prosyuk han acogido con "gran satisfacción" la decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz de ordenar la búsqueda y captura de los tres militares estadounidenses presuntamente implicados en el ataque y le ofrecen acompañarle a Irak, entre los meses de octubre y noviembre, para contribuir a esclarecer los hechos sobre el terreno.
Los periodistas Olga Rodríguez, Carlos Hernández, Jon Sistiaga y Jesús Quiñonero han querido trasaldar su "disposición" para viajar con el juez Pedraz "para indicar in situ cómo ocurrieron los hechos" y, sobre todo, "mostrar cómo el tanque estadounidense que disparó contra el hotel Palestine podía ver, desde su ubicación, con unos simples prismáticos, el cartel identificativo del edificio, en el que se podía leer claramente: Hotel Palestina".
Los testigos que sufrieron junto a Couso el ataque de las tropas estadounidenses insisten en que los ocupantes del tanque estadounidense que les atacó "podía ver los balcones del hotel" donde se encontraban "muchos periodístas claramente identificados con chalecos antibalas con la palabra 'Press' bien destacada".
Igualmente, los testigos se ofrecen a contribuir a "indicar la situación de las tres sedes periodísticas independientes que fueron atacadas por fuego estadounidense" la misma mañana del 8 de abril de 2003 en la que atacaron el Hotel Palestina en un intervalo de tiempo "de tan solo tres horas". En total, perecieron tres periodistas, aunque varios más resultaron heridos.
Los testigos esperan que se recabe las pruebas necesarias "que demuestren insostenible la tesis de que los militares que se encontraban en el tanque que disparó contra el hotel no supieran que estaban atacando un edificio en el que se encontraban trabajando unos 200 periodistas", así como "la tesis de que los máximos responsables del Ejército" estadounidense "no sabían que el hotel Palestine era el lugar en el que se encontraba toda la prensa internacional" y por tanto estaba "protegido por la ley internacional".