Tribunales.-El guardia civil a quien 'Monchín' arrebató su gorra en el juicio presenta denuncia por vía administrativa

Actualizado: lunes, 12 febrero 2007 15:10

En la quinta sesión, un toxicómano no compareció y otro negó haber incriminado en su día a la 'Maruja' como proveedora de droga

VALLADOLID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

El agente de la Guardia Civil a quien Miguel Romero-Larralde, alias 'Monchín', arrebató su gorra oficial y jugó con ella en la tercera sesión del juicio que la Audiencia de Valladolid celebra contra él y otros once acusados más por tráfico de drogas presentó denuncia por vía administrativa contra el líder del 'Clan de los Monchines' por alteración del orden público.

El incidente, que desencadenó un profundo malestar entre los mandos del Cuerpo, se produjo el pasado día 7 cuando en un receso de la sesión 'Monchín' se hizo con la gorra de uno de los guardias que le custodiaban y, sin que éste se apercibiera de ello, se la caló en la cabeza hasta la altura de las cejas mientras dirigía sonrisas cómplices a los familiares que, a escasos metros, ocupaban los bancos reservados al público.

Lo ocurrido, que se tradujo al día siguiente en un 'toque de atención' a los guardias que integraban el operativo de seguridad, será finalmente analizado por la Delegación del Gobierno en Castilla y León, después de que el agente propietario de la gorra decidiera denunciar a 'Monchín' por vía administrativa, en aplicación del artículo 93, apartado H, de la Ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana 1/92 ('Ley Corcuera'), que en caso de concluir en sanción pudiera llevar a aparejada una multa de hasta 300 euros para Miguel Romero-Larralde, según informaron a Europa Press fuentes del Cuerpo.

Por lo que respecta a la quinta sesión del juicio por el sumario de drogas que acoge desde el día 1 la Audiencia de Valladolid, lo más destacado fue el testimonio aportado por el ex toxicómano Domingo H, quien se desdijo de lo dicho en marzo de 1995 cuando incriminó directamente a María Concepción Romero-Larralde ('Maruja') en la venta de estupefacientes, así como la incomparecencia de otro drogadicto, Cipriano F.S, quien también en su día reconoció que había utilizado varios jamones como moneda de trueque para que la citada acusada le aprovisionara de mercancía.

En cuanto al primero, Domingo H. aseguró conocer "de vista" a cuatro de los cinco miembros de los 'Monchines' que se sientan en el banquillo, en concreto a los hermanos Miguel ('Monchín'), Salvador ('Negro'), María Concepción ('Maruja') y el marido de ésta, Vicente Ramírez Jiménez ('Jalero'), si bien insistió en que únicamente les había visto en el barrio de La Esperanza, ya que acudía al mismo a diario para adquirir droga.

En marzo de 1995, el testigo fue interceptado con 3 gramos de 'coca' y aseguró entonces a la policía que antes de comprarlos había entrado en casa de "una gitana morena, de pelo largo y complexión fuerte apodada 'La Maruja'", sin que hubiera adquirido la droga a la citada por no haber llegado a un acuerdo. Preguntado por ello en el juicio, Domingo H. negó haber realizado tal afirmación, pese a que su firma figurara en el atestado policial.

"Me extraña que dijera eso porque no sé si esta mujer se llama Maruja o Antonia. En aquella época una persona con el mono y tan enganchada como estaba yo no leía nada", incidió el testigo a preguntas del magistrado presidente de la Sala sobre si leyó o no antes de firmar el atestado policial que implicaba directamente a 'Maruja' en la venta de drogas.

Domingo H, en su declaración ante la Sala, reiteró que jamás había comprado droga a los miembros del clan gitano, aunque al final de su testimonio se le escapó una frase un tanto sospechosa. "He dejado de ver a los acusados desde que me desenganché de la droga hace diez años", concluyó.

EN PARADERO DESCONOCIDO

El que no hizo acto de presencia por encontrarse en paradero desconocido fue el también toxicómano Cipriano F.S, el mismo que, según reconoció en su día ante la policía, intercambiaba jamones por droga que le suministraba 'Maruja'. La imposibilidad de localizar al testigo para que ratificara lo dicho llevó a la fiscal a solicitar que se diera lectura íntegra de su declaración en la presente fase testifical, si bien la Sala, tras escuchar a todas las partes, decidió estimar dicha petición pero posponerla para la fase documental.

Al decisión de la Sala provocó las protestas de las defensas, pues éstas entienden que la declaración ante la policía de Cipriano F.S. carece de validez ya que cuando la efectuó no estaba obligado a decir verdad, a diferencia de lo que ocurre cuando un testigo comparece en juicio.

La sexta sesión del maratoniano juicio se celebrará el próximo miércoles. En el banquillo se sientan los tres hermanos Romero-Larralde citados, Miguel, Salvador y Maruja y los cónyuges del primero y la tercera, Rosario Gabarri Ramírez ('Sario') y Vicente Ramírez Jiménez ('Jalero'), respectivamente.

Junto a los cinco miembros del clan, dedicados supuestamente al tráfico de drogas, figuran también como imputados los hermanos Angel ('Gele') y Joaquín ('Joaqui') Echevarría, residentes en Madrid y supuestos proveedores de mercancía de los anteriores; el matrimonio zaragozano formado por Eduardo Giménez ('Maradona') y Asunción Giménez, así como Miguel Gabarre, Rosario Sánchez y Francisco Gabarri ('Rebusca'), este último supuesto 'lacayo' al servicio de 'Monchín'.

Inicialmente, los doce acusados se enfrentan a penas que en su conjunto se elevan a 168 y 195 años, tal y como solicitan, respectivamente, el Ministerio Fiscal y la acusación popular, en representación esta última de la Coordinadora Contra el Narcotráfico de Pajarillos.