El TS elimina la pena de cárcel a dos guardias civiles que golpearon a un conductor alemán en el Circuito de Montmeló

Fachada del Tribunal Supremo
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 1 agosto 2012 16:55

El Supremo absuelve a los agentes de un delito de coacciones aunque mantiene la multa por la falta de lesiones que cometieron


MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha absuelto de un delito de coacciones a dos guardias civiles que fueron castigados con seis y cuatro meses de prisión por sacar a la fuerza a un conductor alemán que se negaba a bajarse de su vehículo y pagar en el acto la multa que le había sido impuesta por circular en dirección prohibida en el Circuito de la Formula-1 en Montmeló en mayo de 2000.

La Sala de lo Penal ha mantenido la pena de multa impuesta por la Audiencia Provincial de Barcelona a los dos agentes por una falta de lesiones, aunque les ha absuelto del delito de coacciones por el que se les condenó en primera instancia.

La sentencia, con ponencia del magistrado Diego Ramos, explica que los agentes actuaron amparados por una causa justificada en el ejercicio de sus funciones en aras de impedir que el conductor volviera a darse a la fuga, como ya había hecho con anterioridad, y de inmovilizar su vehículo para trasladarlo al depósito.

Una vez lograda la inmovilización del coche y la retención de su conductor, los acusados realizaron acciones de violencia física "desproporcionadas" e "innecesarias" para reducirle cuando ya había sido sacado del turismo y había cejado en su "reiterada conducta de desobediencia" a los agentes.

Según la resolución, los agentes le golpearon y le dieron patadas en el cuerpo, poniéndole seguidamente los grilletes que, pasados unos minutos, le fueron retirados.

Para los magistrados esto supone "un exceso de violencia" que tiene su encaje en la falta de lesiones por las heridas que sufrió el afectado y que precisaron de una primera aistencia facultativa y de diez días de curación.

SE NEGÓ A PAGAR LA MULTA Y HUYÓ

Los hechos probados en la sentencia se remontan al 7 de mayo de 2000 cuando el alemán se encontraba en las inmediaciones del Circuito de Velocidad de Cataluña en Montmeló por la celebración del Gran Premio de España de Formula 1.

En el momento en el que circulaba en dirección prohibida mientras buscaba aparcamiento, un agente le dio el alto y le extendió una multa a ser pagada en el acto. El conductor se negó y adujo que quería llegar cuanto antes al evento automovilístico.

El guardia civil avisó al servicio de grúa para retirar el Opel Corsa pero su conductor se introdujo de nuevo en el coche y se dio a la fuga, si bien no llegó muy lejos al encontrarse con un tramo de la carretera cortada por unas balizas. Entonces, fue localizado por otros dos agentes que fueron avisados previamente por su compañero.

Uno de los guardias civiles apuntó con su arma reglamentaria al conductor, que se encontraba en el interior del vehículo y que había bajado los seguros de las puertas del automóvil. Tras volver a enfundar la pistola, el alemán desactivó los seguros y los agentes le sacaron a la fuerza.

Ya en el suelo, le golpearon y dieron patadas para reducirle que le ocasionaron lesiones y desperfectos en las gafas gradudas, la ropa y los zapatos que portaba la víctima.

La Audiencia de Barcelona condenó a una pena de multa al conductor alemán por la comisión de una falta de desobediencia leve a los agentse de la autoridad en el ejercicio de las funciones.