UE.- Bruselas dice que la ampliación del puerto de Santa Cruz no es una alternativa adecuada al de Granadilla

Actualizado: martes, 24 julio 2007 22:02

BRUSELAS, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, dijo hoy que la ampliación del puerto de Santa Cruz de Tenerife no es una alternativa adecuada al nuevo puerto industrial de Granadilla porque no garantizaría una capacidad suficiente para el creciente tráfico de contendores y causaría "molestias importantes" a los habitantes de la ciudad.

Dimas respondió así a una pregunta escrita presentada por el eurodiputado del grupo de los verdes David Hammerstein, que le reclamaba que explicara si el Ejecutivo comunitario había analizado las posibles alternativas a Granadilla que tuvieran un menor impacto medioambiental.

"La Comisión consideró que una ampliación del puerto de Santa Cruz de Tenerife no proporcionaría la capacidad para gestionar el incremento previsto en el tráfico de mercancías ni el lugar tendría espacio para acoger un aumento en el tráfico de contenedores", señaló el comisario de Medio Ambiente.

"Estas limitaciones fueron consideradas como obstáculos para que Tenerife se aproveche de suposición geográfica para crear un 'hub' de contenedores en la encrucijada de rutas marítimas de mercancías que unen Europa, África y Sudamérica", añadió, al tiempo que recordaba la falta de espacio para los servicios de apoyo logístico.

A juicio del Ejecutivo comunitario, cualquier alternativa basada en la ampliación del puerto de Santa Cruz "contribuiría a incrementar el desequilibrio entre la red de transporte norte-sur de la isla y causaría una molestia significativa a los habitantes de la ciudad de Santa Cruz", que también se verían perjudicados durante las obras. Finalmente, Dimas señaló que esta opción tampoco permitiría un suministro seguro de fuel a los aviones en el aeropuerto del sur de la isla.

Tras varios años de analizar las quejas de colectivos ecologistas y ciudadanos, el Ejecutivo comunitario dio su visto bueno al puerto industrial de Granadilla en noviembre de 2006 porque, aunque constató que tendrá un impacto medioambiental negativo, llegó a la conclusión de que no hay alternativas al proyecto y que este tiene un interés público.