Cree que la gobernabilidad en las Cortes será posible porque los ciudadanos exigen a todos los partidos que "ayuden al Gobierno"
MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Senado, Javier Rojo, pidió hoy "prudencia" al presidente del PNV, Íñigo Urkullu, que ha acusado al PSE de intentar un "golpe institucional" si trata de gobernar sin ser el partido más votado y calificó sus palabras de "desafortunadas" y "graves", puntualizando que "más gravedad tienen dichas en Euskadi".
En declaraciones a Europa Press, Rojo tachó sus acusaciones de "poco medidas" y "consecuencia del momento que está viviendo el PNV" ante la expectativa de verse fuera del Gobierno vasco. Además, se mostró "convencido" de que, dichas "en frío", el propio Urkullu no podría aceptar unas declaraciones así.
"No creo que nadie pueda decir que se está vulnerando ninguna norma", le respondió el dirigente del PSE-EE, y le recordó que los socialistas, pese a haber vivido "momentos dificilísimos", nunca han "hecho una declaración que haya podido poner en duda el sistema y todo el funcionamiento de las instituciones".
Por eso, le pidió que mida "mucho más las palabras y las consecuencias" porque sabe que esa acusación "no se corresponde ni con la realidad ni con la verdad de un país". "Y sobre todo, si son graves, desde mi punto de vista más gravedad tienen dichas en Euskadi", recalcó.
Tras días después de las elecciones vascas, Rojo admitió que el PSE tiene por delante una "grandísima responsabilidad" al poder gobernar en el País Vasco y quiso subrayar que el "recorrido" de estos últimos años es algo que el PSE ha hecho junto con el PSOE. Además, recordó que el candidato socialista a lehendakari, Patxi López, "tiene a todo el partido detrás" para que desarrolle lo que prometió en la campaña.
Por otro lado, el presidente del Senado se mostró convencido de que la política de apoyos que se lleve a cabo en el País Vasco no pondrá en riesgo la gobernabilidad de España --el PSOE ha contado hasta ahora en las Cortes con el PNV-- porque en este momento de crisis económica lo que los ciudadanos están "exigiendo" a los partidos es "más empujar en la misma dirección" y "menos ponerle palos en las ruedas al Gobierno". "Nos están diciendo: 'pónganse todos de acuerdo, ayuden al Gobierno, colaboren porque en el proyecto de España estamos todos", estimó.
En todo caso, evitó hablar de posibles pactos de legislatura entre el PSE y otros partidos, a pesar de que los socialistas vascos tendrán sólo 25 escaños de los 75 de la Cámara de Vitoria. "Veamos cómo se marcan las primeras líneas y la proyección de gobierno", argumentó, y recordó que el lehendakari Juan José Ibarretxe "en su primer Gobierno partió de 21 escaños, y gobernó".
CONFÍA EN EL APOYO DEL PP
Así, no quiso aventurar hasta qué punto llegará el apoyo del PP vasco a un Gobierno del PSE, pero dijo que confía en las palabras de su presidente, Antonio Basagoiti, porque los dos partidos se juegan "muchísimo", "sobre todo el ser referente en lo que supone la esperanza y la ilusión de miles de ciudadanos".
Rojo se mostró convencido de que "sus palabras se van a corresponder con los hechos", porque socialistas y 'populares' vascos han compartido todo un "recorrido de la vida" en Euskadi. Aunque tengan "proyectos distintos", añadió, ambos tienen "un marco común, que es una vida que está marcada de una determinada manera".
EN LA PRÁCTICA HABRÁ MENOS DIFICULTADES
A su juicio, López debe emprender la búsqueda de apoyos para gobernar con "normalidad, tranquilidad y madurez democrática". "Vamos a empezar a caminar y veremos las cosas con menos dificultades, seguramente, que cómo las estamos viendo", argumentó.
En la misma línea, recalcó que lo importante es que la sociedad vasca vea que es posible "hacer las cosas de otra manera", porque lo que ha quedado claro es que la política de Ibarretxe "ha sido un fracaso para las personas".
Por ello, explicó que es momento de "pensar más en las políticas" y no en las posiciones que puedan adoptar unos u otros. Lo que hace falta, añadió, es fijarse "objetivos políticos", no "enredarse" en otras cosas, y "cambiar la política" desde "los afectos y no desde la revancha, desde el entendimiento y no desde la confrontación". "Esa es la gran oportunidad que tenemos", añadió.
Rojo insistió en que López ha dejado que quiere "practicar la política de los puentes", no de unos contra otros sino a favor de los ciudadanos. "A pesar de que algunos quieran justificar que vamos a hacer frentismo, nosotros no solamente no vamos a hacer frentismo, que no lo estamos haciendo, sino que vamos a tratar de trasladar las políticas de la moderación, aunque nos llamen moderados", recalcó.
"OBSESIÓN" POR ACABAR CON ETA
Al margen de la gestión que haga el futuro Gobierno vasco, el dirigente alavés insistió en que "por encima del primer punto del orden del día" estará el poner todos los recursos disponibles para acabar con ETA. "Es nuestra ambición, yo diría que es hasta nuestra obsesión, es lo que nos mueve y no cabe duda que ahí están todas las fuerzas políticas democráticas".
"Juntos, no tengo ninguna duda que lo podemos hacer a pesar de las dificultades y de los obstáculos que podamos tener. Esa es la gran ambición, el gran sueño, el gran objetivo, que nos está reclamando la sociedad", apostilló.
