MADRID, 17 Oct. (OTR/PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, protagonizó hoy, junto a su interpelador, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, uno de los cara a cara más duros de la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. La vicepresidenta acusó al PP de "dejar el depósito de la convivencia agotado" tras sus ocho años de gobierno, al tiempo que reprochó a sus dirigentes el ser "incapaces de convivir con los diferentes". Por su parte, Zaplana, en una intervención plagada de referencias a la acalorada conversación que De la Vega mantuvo con la presidenta del TC, María Emilia Casas, en el desfile militar del 12 de octubre, criticó que los miembros del Gobierno "son presos de todos sus errores y por eso ahora no pueden enderezar la situación que vive España".
"Para ustedes vivimos en la España serena y los problemas que nos acompañan no llegan ni a la categoría de resfriado, pero yo les voy a hablar de acontecimientos sucedidos en los últimos días" que demuestran lo contrario, espetó Zaplana, haciendo referencia a dos frases acuñadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en las últimas semanas. Entre esos acontecimientos, Zaplana mencionó la propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de celebrar un referéndum "ilegal" en el País Vasco, la pretensión del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira, de hacer lo propio en Cataluña, la quema "impune" de fotografías del Rey o el incumplimiento de la Ley de Banderas, o que 500 encapuchados tomen San Sebastián.
"Esa debe ser la España serena que hay desde que ustedes gobiernan", ironizó Zaplana, que se refirió a la acalorada conversación que De la Vega y Casas mantuvieron durante el desfile militar del Día de la Hispanidad para apuntar: "sólo hay que observarla a usted en el desfile para acreditar la serenidad que tiene el Gobierno". En este sentido, el portavoz del PP quiso retirar "algunas quejas que he realizado en otras sesiones de control sobre el modo de dirigirse a nosotros, veo que no es nada personal, he visto y comprobado que también se dirige así a representantes de otras instituciones".
La vicepresidenta no quiso entrar en la polémica de la conversación con la presidenta del Tribunal Constitucional y comenzó señalando que "a pesar de los esfuerzos del PP por que la convivencia en España vaya mal, va mejor que en 2004". "O tiene un concepto distinto de lo que la mayoría de los ciudadanos entienden por convivencia, o tiene un problema grave de amnesia que le impide recordar cómo su Gobierno dejó el depósito de la convivencia no ya en la reserva, sino completamente agotado", espetó De la Vega.
SIN POSIBILIDAD DE CONVIVENCIA
"Convivencia es compartir y hoy compartimos más prosperidad, más libertad y más confianza que hace tres años. Convivencia es trabajar para que los españoles puedan vivir con más oportunidades y más progreso. Convivencia es reconocerse como iguales y hasta a eso se ha negado el PP oponiéndose a la ley de igualdad. Convivencia es trabajar con la comunidad internacional y no practicar el excepcionalismo unilateral (...) Convivencia es trabajar por una política de mano tendida y no de puño cerrado como la que practicaba el PP, haciendo oídos sordos a todos y a todo", señaló.
"Todo eso es convivencia" resumió De la Vega, que recordó a Zaplana que los ciudadanos "no han olvidado" que los dirigentes del PP son los "representantes del no a todo, del catastrofismo y de la confrontación". "Su mayor problema, señor Zaplana, es que ustedes son incapaces de vivir con los otros, con la mayoría, solo saben vivir contra los otros, contra la mayoría, y así no se construye la convivencia", remachó la vicepresidenta del Gobierno. En su respuesta, Zaplana volvió a sacar a colación la conversación de De la Vega con Casas: "Yo tenía otro concepto de convivencia. No es echar broncas, ni mucho menos, a los altos representantes del Estado".
"Son presos de todos sus errores y por eso ahora no pueden enderezar la situación que vive España", espetó Zaplana, a quien respondió tajante la vicepresidenta: "Cuando se considera, como hacen ustedes, que quien piensa diferente es un enemigo, no hay posibilidad de que haya convivencia".