Zapatero prefiere no verse "nunca" con Bush a no haber cumplido el mandato de los ciudadanos de salir de Irak

Actualizado: miércoles, 17 enero 2007 14:24

Comenta que en ocasiones le presentan como "amigo" de Castro, aunque no le conoce ni ha tenido "oportunidad de darle la mano"

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió hoy públicamente que "parece" que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no quiere mantener un encuentro con él, pero dijo asumir esta situación porque viene motivada por su decisión de cumplir el mandato de los ciudadanos españoles con la retirada de las tropas de Irak.

"No hemos tenido ningún conflicto salvo lo que es evidente, que no compartió para nada mi decisión, pero entre cumplir la voluntad de los ciudadanos y no tener nunca un encuentro con el presidente Bush, que parece que es lo que él quiere, lo tengo clarísimo, cumplir la voluntad de los españoles", sentenció durante su intervención en el 'Fórum Europa'.

A su juicio, "todo el mundo puede entender" que "no va a ser fácil" que Bush y él tengan un encuentro en privado porque su discrepancia en torno a Irak ha sido "muy intensa", pero hizo hincapié en que la decisión de sacar las tropas fue "del pueblo español" y que él se limitó a ejecutarla en cuanto tomó posesión como jefe del Ejecutivo.

"El presidente del Gobierno sólo no ha hecho sino cumplir lo que el pueblo español votó mayoritariamente y deseaba de una manera clarísima. Eso es la esencia de la democracia", agregó.

Para Zapatero, "el presidente Bush tiene el derecho a recibir y a reunirse con quien quiera", pero "las relaciones entre Estados Unidos y España no se afectan por eso". "¡Sólo faltaría que dependieran que lo que pueda querer el presidente Bush o de las condiciones que pueda haber para una entrevista!", exclamó, a la vez que destacó que la relación entre las dos administraciones "funciona" y que, además se está produciendo "un incremento muy notable de la inversión norteamericana en España".

EL PROBLEMA ES LA POBREZA.

Al hilo de una pregunta sobre el escenario político latinoamericano, Zapatero aludió a que en varias ocasiones le critican tachándole de "amigo" de varios dirigentes de Iberoamérica como el presidente cubano, Fidel Castro, al que ni siquiera conoce personalmente. "A mí me sitúan a veces como amigo de no sé cuántos dirigentes de Latinoamérica, incluso de Fidel Castro, al que no he conocido en mi vida. Nunca he tenido la oportunidad de darle la mano", explicó.

Preguntado sobre si le preocupa la "extensión de la mancha bolivariana", el jefe del Ejecutivo comenzó diciendo que en este momento Hispanoamérica disfruta de un crecimiento sostenido superior al 5 por ciento, lo que, a su juicio, "debería abrir una expectativa" para reducir la "brecha social" entre ricos y pobres.

"El gran problema de Latinoamérica no es el color o el perfil de uno u otro mandatario, sino la desigualdad social lacerante y la pobreza que existe en muchos países", apuntó Zapatero, quien considera que esta situación es "la causa de muchas inestabilidades de gobierno" y de muchas de las cosas que han ocurrido en los últimos meses.

RESPETAR LAS ELECCIONES EN AMERICA LATINA.

Tras recordar que en el último año Iberoamérica ha vivido un intenso proceso de elecciones que ha traído consigo la renovación de mandatos o nuevos presidentes, subrayó que "ante todo" hay que "respetar" a los pueblos latinoamericanos y "lo que votan" independientemente de que las figuras salidas de las urnas "gusten o no".

Así, señaló que "todo lo que el Gobierno de España haga en la línea de fortalecer democracias, los sistemas de respeto al Estado de Derecho, las garantías y lo que podría y debería de ser un sistema de partidos políticos estables, con ideologías homologables a las grandes corrientes ideológicas europeas, será una tarea absolutamente imprescindible".

En este contexto, enfatizó que "la obligación" de España es tener una "relación positiva con todos los países de la zona", tanto por razones geopolíticas como económicas. En este punto, aprovechó para destacar que el Gobierno está trabajando "día a día, codo con codo", con todas las compañías presentes en la zona para defender los intereses españoles y que lo hace "desde Moncloa" a través del Observatorio para Latinoamérica.