MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Real Zaragoza cosechó ayer su tercera derrota consecutiva, después de caer (1-0) en Pontevedra, equipo de Segunda B, en un encuentro correspondiente a la ida de la ronda de dieciseisavos de final, donde el Villarreal reafirmó su gran estado de forma en la Liga tras superar (2-4) a domicilio a Las Palmas, colista de la Liga BBVA, en un eléctrico segundo periodo.
El resto de resultados dejan todo abierto de cara a los partidos de vuelta de la eliminatoria. En los duelos directos entre equipos de Primera división, Valladolid y Murcia empataron (1-1), mientras que el Levante consiguió ante el Almería su segunda victoria (2-1) de la temporada. Los otros dos enfrentamientos de la noche concluyeron con el triunfo postrero del Recreativo por 0-1 sobre el Xerez y el empate a nada (0-0) entre Málaga y Racing de Santander.
El equipo que entrena Víctor Fernández continúa en su particular crisis de resultados. A las dos últimas derrotas ligueras (2-3 ante el Valladolid y 2-1 frente al Betis), el conjunto maño añade un pésimo resultado de Copa (1-0 en contra) para encarar el partido de vuelta del 2 de enero.
Ante un grupo de Segunda B, el Zaragoza, que en la primera mitad de la mano de Albert Zapater (min.45) estrelló un balón al larguero, cedió en los instantes finales del encuentro, cuando Víctor (min.80) hacía el 1-0 y dejaba bloqueado a unos futbolistas maños que salían desconcertados del terreno de juego.
Toda la precipitación que rodea al Zaragoza se convierte en armonía en el Villarreal, que incluso se puede permitir el lujo de tirar por la borda el brillante trabajo realizado en la primera media hora de partido (0-2: Guille Franco y Pires) y desperdiciar un penalti -con 2-2 en el marcador- para terminar saliendo del enredo a última hora con un gol de Bruno (min.91), futbolista del filial, y otro de Guille Franco (min.93), que prácticamente sentenciaron una eliminatoria por la que los canarios soñaron gracias a Sergio Suárez (min.40) y Francias (min.60).
Uno de los partidos con más solera fue el que enfrentó en el José Zorrilla a Valladolid y Murcia. Con el precedente del 1-4 en Liga, salió lanzado el conjunto rojillo, que tras unos buenos primeros minutos, con oportunidades, arrancó la segunda mitad con un gol de Baiano (min.48) que hacía temer lo peor para los intereses locales.
Sin embargo la rápida reacción vallisoletana, comandada por Camacho (min.53) y el espíritu que condujo al equipo el año pasado hasta los cuartos de final, dejó la eliminatoria abierta (1-1) para el choque de vuelta en Murcia, aunque con cierta ventaja murciana.
