PAMPLONA, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de personas sin hogar viven en Pamplona a lo largo del año, de las que más del 80 por ciento son varones de nacionalidad española. Para atender a este colectivo, el Ayuntamiento ofrece diariamente 25 camas dentro del programa 'A Cubierto' y financia estancias en pensiones de la ciudad si la demanda es mayor.
En los últimos años ha descendido la demanda femenina de las plazas de 'A cubierto'. En 2007 sólo un 10 por ciento de los usuarios fueron mujeres, frente a una media de un 18,6 por ciento de los tres años anteriores. Por nacionalidades, 86 usuarios fueron españoles; la segunda posición en esta lista la ocuparon los portugueses (4), a los que le siguieron los polacos (3).
El concejal delegado de Bienestar Social y Deporte, Javier Lorente, explicó hoy en rueda de prensa que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona ha autorizado la inversión en 2008 de 238.858 euros en este programa que funciona en la ciudad desde 1998. El servicio 'A cubierto' está gestionado por la Asociación Lantxotegi desde el año 2005, y hoy se aprobó la prórroga del contrato de gestión hasta el 31 de diciembre.
Según explicó Lorente, cada noche de invierno unas 25 personas sin hogar (19 de media en verano) duermen en las instalaciones del Chalet de Caparroso que se encuentra en la calle Playa de Caparroso y que es la sede del servicio municipal 'A cubierto', un programa de acogida para personas sin hogar y sin recursos económicos.
Este programa y la gestión por parte del Consistorio de noches de pensión en establecimientos hoteleros de la ciudad "hacen que nadie que no lo desee, tenga que dormir en la calle porque estas personas saben de sobra las ofertas de Ayuntamiento", subrayó Lorente.
Si la demanda de camas es superior a 25, explicó Lorente, se pone en marcha el sistema de alojamiento en pensión "que funciona por medio de vales que cubren el coste íntegro y que reparten las unidades de barrio y el Grupo de Protección y Atención Social (GPAS) de la Policía Municipal de Pamplona".
Asimismo, Lorente recordó que dentro del trabajo con las personas que viven en la calle, además de 'A cubierto' el Ayuntamiento de Pamplona mantiene el programa de 'Atención en Calle' "para conseguir que quienes se encuentran en esa situación den pasos para salir de ella, recibiendo cuidados médicos o gestionándoles ayudas como la renta básica". Sobre todo, se trabaja con ellos, acompañándoles y escuchándoles de forma activa.
Actualmente, 'A cubierto' cuenta con 23 plazas de uso habitual, a las que se suman otras dos para situaciones de emergencia. El horario de apertura del servicio, que habitualmente es de 9 de la noche a 9 de la mañana, desde el mes de diciembre y hasta marzo amplía su espectro abriendo las puertas desde las 6 de la tarde, hasta las 10 de la mañana del día siguiente, de forma ininterrumpida.
En 2007, las camas del Chalet de Caparroso se ocuparon 4.176 veces, y el personal del programa realizó en conjunto 6.363 atenciones de diferentes tipos. En general la persona necesitada de cobijo es un hombre (en un 90 por ciento de los casos), de unos 40 años, y de nacionalidad española. La media de edad de los usuarios del programa en el año 2007 fue de 43,3 años frente a 42,4 en el año 2006, y a 42,8 años en el año 2005. La persona más joven en acudir al servicio tenía 27 años (frente a los 22 del más joven de 2006) y la más mayor 59 (un año más que en el año anterior).
Al programa 'A cubierto' se accede a través de las distintas unidades de barrio y otros servicios sociales municipales, que recurren a este servicio tras realizar la valoración personal y de las necesidades de las personas sin hogar dentro del itinerario personal de inserción de cada sujeto.
Este servicio municipal es de bajo umbral e incluye acciones asistenciales y paliativas, como son el cobijo nocturno, pero también la cobertura de las necesidades básicas de personas sin hogar que, por cualquier circunstancia personal o social, lo necesitan. Eso se aborda mediante visitas y entrevistas. El personal que trabaja con los 'sin hogar' está formado por un equipo de siete profesionales de lo social (un coordinador a jornada completa y seis educadores de noche a jornada completa), además de la persona que se encarga de las labores de limpieza de las instalaciones.
A cambio, los usuarios del chalet se comprometen a respetar al resto de usuarios y las instalaciones, a no consumir alcohol ni otras sustancias dentro del servicio (los fármacos que tengan que tomar tienen que ser controlados por los educadores y siempre bajo prescripción médica), a mantener limpio el piso, colaborando en la recogida de la vajilla y en mantener limpios los espacios comunes y a unos niveles mínimos de higiene personal (ducharse, al menos, dos veces a la semana, por ejemplo).
El colectivo al que se dirige 'A cubierto' es el genéricamente denominado 'personas sin hogar'. Está formado por aquellas personas que viven en la ciudad sin tener vivienda, trabajo, y que se encuentran en una situación de exclusión social severa que impide cualquier proceso de reincorporación social. Su sustento son pensiones muy bajas, carecen de recursos personales y de apoyos para hacer frente a las necesidades vitales (salud, vivienda, manutención).
VALES DE AUTOBÚS CON COMIDA INCLUIDA
Desde mediados de junio de 2004 los educadores sociales centralizan además el reparto de vales de autobús para salir de Pamplona, que anteriormente se repartían para las personas transeúntes desde distintas parroquias. Este servicio se presta desde las instalaciones de la parroquia de San Miguel (en horario de 13 a 13.30 horas).
Durante 2007, se atendieron a un total de 715 personas (casi 200 más que en 2006) que estaban de paso por Pamplona y entre ellas se repartieron 427 billetes de autobús (frente a los 398 del año anterior). La mayoría de los usuarios de este recurso (90 por ciento) son hombres, españoles (57 por ciento) y de menos de 50 años (71 por ciento). Entre los destinos, Zaragoza y Vitoria fueron las localidades más demandadas.
Como criterio general, se reparte un billete por persona y año. Los billetes, que cubren el 100 por cien del viaje, se dan a personas que no estén empadronadas en Pamplona, que no tienen recursos para pagarlo y necesitan viajar a otra localidad de Navarra o de las provincias limítrofes. Para poder acceder a un billete, la persona no tiene que haber estado en el albergue de San Fermín durante el último mes. Como novedad, este pasado año, desde finales de enero, junto con los vales se reparten bolsas de comida compuestas por un bocadillo y un zumo. El promedio de entrega es de 5 bolsas diarias.