Foto: EUROPA PRESS
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PAMPLONA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las familias navarras han moderado la cantidad y calidad de sus compras en alimentación, según un estudio realizado por Eroski Consumer, que señala que en 2013 hicieron un desembolso de 4.428 euros de media por hogar, un presupuesto que ha disminuido un 12 por ciento desde que se inició la crisis en 2008.
Eroski Consumer ha investigado si la crisis económica ha modificado de alguna manera los hábitos nutricionales y de compra de productos alimenticios de la población. Para ello, realizó entre agosto y septiembre una encuesta online a 2.000 personas de entre 25 y 69 años que procedían de 9 comunidades autónomas. En Navarra se entrevistó a un total de 143 personas.
Cada mes, las familias navarras encuestadas por Eroski Consumer dicen gastar en comida una media de 295 euros, un 14 por ciento menos que la media del estudio (343 euros) y un 20 por ciento que la cifra más alta del estudio, la de los hogares gallegos (368 euros).
Estos cálculos aproximados de los encuestados se aproximan a los obtenidos en la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE. Según ésta, las familias navarras hicieron en 2013 un desembolso de 4.428 euros de media por hogar, un presupuesto que ha disminuido un 12 por ciento desde que se inició la crisis en 2008.
Sin embargo, algunos encuestados navarros lo perciben de otra manera. Un 64 por ciento considera que ha aumentado la partida que dedica a la alimentación familiar, incluso concretan que ese presupuesto ha crecido una media de 84 euros mensuales.
Por el contrario, otro 18 por ciento sí piensa que el presupuesto doméstico que destina a la alimentación ha disminuido. Manejan un decrecimiento de 85 euros de media al mes, cuando el INE lo cifra en alrededor de 51 euros mensuales en los hogares navarros.
LA COMPRA EN CRISIS
La crisis ha influenciado la forma de hacer la compra, según Eroski Consumer. En los últimos 5 ó 6 años, el 89 por ciento de los entrevistados en Navarra suele comparar más los precios de los productos alimenticios que desea adquirir y el 77 por ciento asegura que presta más atención a las ofertas. Asimismo, el 76 por ciento evita gastos superfluos o caprichos con el fin de ahorrar y el 70 por ciento reconoce que adquiere más productos de marca blanca.
Los consumidores navarros encuestados no sólo miran y comparan más, el 72 por ciento sustituye un tipo de alimento considerado más caro por otro más económico. El 41 por ciento admite que modera la cantidad de productos que adquiere.
Por un lado, entre el 47 y el 30 por ciento de los consultados compra menos galletas, bollería, pastelería y repostería; carne de bovino (ternera, vaca), embutidos, chocolate, frutos secos y carne de ovino y caprino (cordero, oveja, cabra). Por el otro, el 26 por ciento adquiere más carne de ave (pollo, gallina o codorniz) y en torno al 20 por ciento, verduras, hortalizas y fruta fresca.
Con todo, no sólo varían la cantidad de productos que adquieren, también la calidad. El 40 por ciento de los entrevistados navarros reconoce que la crisis económica le ha obligado a reducir la calidad de los productos alimenticios que compra.
LA DIETA EN LA CRISIS
Un 73 por ciento de los consumidores consultados en Navarra reconoce que ha variado su dieta de alguna forma desde que se inició la crisis hace 6 años. Incluso un 13 por ciento de los entrevistados navarros admite que su dieta actual es menos saludable debido a la disminución del poder adquisitivo y el aumento de los precios (es la proporción más baja del estudio, la media es del 24%).
En cuanto a las tendencias insanas, Eroski Consumer ha indicado que un 23 por ciento de las personas consultadas reconoce haber aumentado el consumo de bollería y repostería industrial barata, pero de baja calidad nutricional. Por otra parte, en torno al 10 por ciento de los entrevistados navarros han disminuido el consumo de frutas frescas, que son ricas en nutrientes reguladores (vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes, etc.).
