Herrikoa apoya la proposición de retirar los crucifijos de los centros educativos para "respetar todas las creencias"

Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2009 14:51

PAMPLONA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado de Navarra Herrikoa, Pedro Rascón, mostró hoy su apoyo a la propuesta del Congreso de retirar los crucifijos de los centros educativos, como forma de "respetar todas las creencias y opiniones de las personas".

En este sentido, Rascón argumentó que en la actualidad "hay una diversidad importante de alumnos en los centros públicos, por lo que existen diversas creencias y opiniones". Por ello, defendió que estos espacios "deben ser neutros". "Esa neutralidad se consigue sin que haya simbología de tipo religioso o de otro tipo", añadió.

Según el presidente de Herrikoa, en Navarra hoy en día hay "muy pocos centros públicos" con crucifijos en sus aulas. "Su presencia es mínima, ya que se han ido retirando", aseguró. Además, destacó que "cuando se construye un centro público nuevo se le dota de todo tipo de mobiliario, pero no de crucifijos", ya que "nadie pide que se pongan".

Así, Rascón apuntó que aquellos centros en los que todavía quedan crucifijos "son colegios de una cierta edad donde lo que hay es una rémora del pasado". "En un momento dado era obligatorio tener el crucifijo y el retrato del jefe del Estado, pero todo eso ha cambiado, afortunadamente", valoró.

En esta línea, insistió en que "no tiene sentido que en las escuelas públicas haya una determinada simbología que puede molestar a determinadas personas". "Hay diversidad de culturas, razas y religiones, por lo que lo más respetuoso con todas estas sensibilidades es que sea un espacio neutro", resumió Rascón.

En cuanto al anuncio de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) de Navarra de desobedecer esta propuesta, afirmó que "son muy libres de decir y opinar lo que quieran", pero señaló que "no hay que sacar las cosas de quicio". "Se está planteando una cuestión meramente de respeto para con todo el mundo", argumentó.

En este sentido, indicó que "a aquellas personas que dicen sentirse heridas si desaparecen los crucifijos de las aulas, les preguntaría cuántos cristianos en Navarra tienen uno en sus casas".

Además, defendió que el crucifijo "no es un símbolo cultural" y "tendrá simbología para quien tiene esas creencias, no para quien tiene otras ideas". "Para otros a lo mejor representa incluso algo muy negativo", añadió.

Finalmente, destacó que "este tipo de discusiones son baldías" y defendió que "hay cosas mucho más importantes en la educación para preocuparse de ellas".