El interventor que formó parte de la mesa de contratación de las obras del túnel de Belate, Jesús Muñoz, en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra. - PARLAMENTO DE NAVARRA
PAMPLONA 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El interventor que formó parte de la mesa de contratación de las obras del túnel de Belate, Jesús Muñoz, se ha ratificado este miércoles en los dos votos particulares y en el reparo no suspensivo que emitió expresando sus dudas sobre el procedimiento seguido en esta mesa y ha señalado que "se podrían haber vulnerado ciertos artículos de la ley foral de Contratos".
Durante su comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra, Jesús Muñoz ha justificado que el hecho de que su reparo fuera no suspensivo, en lugar de suspensivo, no significa que él avalara el resultado de la mesa. "¿Cómo va a ser favorable si había seis votos particulares, dos de los cuales eran míos?", ha planteado.
Muñoz ha sostenido que su reparo debía ser no suspensivo, porque las dudas que tenía sobre el procedimiento no encajaban en las seis condiciones tasadas en la ley foral de Hacienda para emitir un reparo suspensivo.
No obstante, Jesús Muñoz ha explicado que tuvo "serias dudas" sobre si una de las "irregularidades" pudiera encajar en estas condiciones para el reparo suspensivo, que era "el hecho de que cuatro de los ingenieros mandaron sus puntuaciones a una quinta persona, que en este caso es el presidente de la mesa, que tuvo pleno conocimiento de las puntuaciones de los demás". "Entonces, yo llamé a mi jefa de sección, ella habló con el director general de Intervención, él habló con el letrado, al final nos reunimos en una reunión presencial en el despacho del director general, y analizamos este caso concreto, y llegamos a la conclusión de que no se había prescindido total y absolutamente del procedimiento, porque se había constituido una mesa, porque había actas, había acuerdos adoptados por mayoría, había una propuesta de la mesa. Entendimos que el procedimiento existía y estaba bien hecho, pero dentro de ese procedimiento existía esta parte de la evaluación técnica que teníamos dudas si anulaba todo el procedimiento", ha apuntado.
Así, ha señalado que el interventor general consideró que no se anulaba todo el procedimiento porque no había "ninguna prueba de que se hubiera manipulado ninguna puntuación".
Jesús Muñoz ha querido precisar que "jamás ningún superior mío ha tratado de convencerme de algo, yo tenía dudas y consulté, y concluimos que era un reparo no suspensivo, pero no me obligó -el interventor general-, el que firma soy yo".
Muñoz ha señalado que con su reparo no suspensivo "se está diciendo que se podrían haber vulnerado ciertos artículos de la ley foral de Contratos, por la falta de valoración técnica y por la falta de confidencialidad y sigilo, y los principios generales de la contratación".
El interventor ha explicado que ha participado en unas 300 mesas de contratación y sumando todas ellas sólo ha emitido dos votos particulares -además de los dos que ya emitió en el caso de la mesa de contratación de Belate-.