La mayoría de jóvenes navarros no consumen drogas, excepto el alcohol

Moreno, Iturbide, Iribas, Ibarrola y Aranguren en la sesión
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 17 febrero 2014 12:38

Educación ha puesto a disposición de los centros navarros una guía editada por Salud con consejos y casos prácticos para padres

   PAMPLONA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La gran mayoría de los adolescentes navarros no son consumidores de drogas, exceptuando el alcohol, que es la sustancia más consumida por los jóvenes, que cada vez inician su ingesta con una edad más temprana. El cariño y el establecimiento de límites claros y adecuados en el contexto familiar pueden contribuir a prevenir el consumo de drogas entre los adolescentes.

   Según las últimas encuestas elaboradas por el departamento de Salud, que en la actualidad está analizando los datos de una nueva encuesta sobre hábitos de salud que hará públicos en próximas semanas, la edad de inicio de los jóvenes navarros en el alcohol se sitúa entre los 14 y 15 años, mientras que la edad media de inicio en el tabaco es de 15 años, en el cannabis de 17 y en la cocaína de 19.

   Además, nueve de cada diez jóvenes inician el consumo de alcohol antes de que sea legal y el 30 por ciento inician un consumo de cannabis antes de los 17. Igualmente, el 7 por ciento de los jóvenes consumen también otras drogas ilegales antes de los 17 años.

   Así se ha puesto de manifiesto este lunes en una nueva sesión de 'Hablamos de Educación', en la que se ha presentado una guía, editada por el Departamento de Salud, con información básica sobre sustancias y recomendaciones tanto de prevención como de actuación dirigida a los padres con hijos en edades comprendidas entre los 12 y los 18 años.

   El manual, titulado 'Ayudar a hijos e hijas frente a las drogas', ha sido puesto a disposición de los centros docentes de Navarra para darlo a conocer entre los padres de los alumnos. Se han editado 18.000 ejemplares de la guía, que también está disponible en la página web del Instituto de Salud Pública.

   En esta nueva sesión de 'Hablemos de Educación' han participado el consejero de Educación, José Iribas; la directora general de Salud, Cristina Ibarrola; la directora del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Marisol Aranguren; el autor de la guía, Gorka Moreno, y la estudiante de Biología Clínica, Oihana Iturbide, que ha contado cómo superó su adicción a las drogas.

   El consejero de Educación ha destacado que el "mayor" objetivo de su departamento es "sacar lo mejor de cada alumno, no solo en el plano de los conocimientos, sino también para que crezcan como personas". Por ello, ha puesto en valor iniciativas como la distribución de esta "relevante" guía con consejos para prevenir la drogadicción.

   La directora general de Salud, Cristina Ibarrola, por su parte, ha alertado de los riesgos de las drogas y ha subrayado que ya se ha demostrado que el consumo de cannabis entre los jóvenes "puede producir efectos importantes en el desarrollo cerebral", además de "alteraciones mentales graves". "El objetivo deseable sería lograr el no consumo, pero también retrasar la edad de inicio en las drogas lo máximo posible", ha expuesto.

   En este sentido, la directora del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Marisol Aranguren, ha resaltado que la educación y la salud pública "tienen que ir de la mano" para prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes y ha abogado por "trabajar por retrasar la edad de inicio para disminuir los daños".

   Por su parte, Oihana Iturbide, estudiante de Biología Clínica, ha contado su experiencia como "drogadicta recuperada desde hace seis años". Ha relatado que comenzó con 13 años a beber, con 16 años a fumar porros y con 19 a consumir cocaína, hasta que con 29 años su padre, también adicto en recuperación, detectó su situación y finalmente ingresó en un centro donde superó su adicción.

   Para Iturbide, es "importante" que las familias "no tengan vergüenza en reconocer" que sus hijos consumen drogas, ya que, "si se afronta el problema se resuelve más rápido". "Tener un hijo consumidor no es un estigma, es una enfermedad, y si las familias son constantes y acompañan al adicto sin prisas el proceso mejora", ha argumentado.

SOBRE LA GUÍA

   Asimismo, el autor de la guía, Gorka Moreno, ha subrayado que "la familia y la escuela son dos ámbitos de intervención en la prevención de drogas que tienen mucho que decir" y ha destacado que existen determinadas características de las familias que protegen a los jóvenes para no caer en el mundo de las drogas.

   En este sentido, ha explicado que ofrecer un ejemplo de moderación en el consumo de alcohol, ofrecer un entorno confortable en el que los adolescentes se sientan queridos y establecer límites y normas razonables pueden ayudar a que los adolescentes no consuman drogas.

   Estas son algunas de las pautas que recoge la guía publicada por el departamento de Salud, que también incluye información sobre las sustancias, orientaciones para favorecer la prevención desde la familia, claves para detectar posibles signos de alarma y, en caso de necesidad, estrategias para afrontar el consumo de drogas en adolescentes.

   Para ello, ofrece una serie de recomendaciones de prevención, como educar con el ejemplo y darles cariño, pero enseñándoles que no todo vale. Según recoge el manual, un apoyo excesivo sin límites pueden favorecer la "aparición de actitudes de tiranía y una escasa capacidad para tolerar las frustraciones", mientras que demasiadas normas sin cariño puede modificar en parte o por un tiempo el comportamiento del joven, pero a costa de "deteriorar enormemente la relación, de favorecer su distanciamiento y de limitar así la capacidad de influencia de los padres".

   Otros factores de prevención son dedicarles tiempo (por ejemplo, comer juntos, ver la televisión juntos) para mantener abiertos los canales de comunicación y obtener información relevante de forma natural, así como interesarse por lo que hacen y participar en su entorno, manteniendo contacto con sus amigos y sus padres, y participando en la escuela.

   A ellos se suma una buena comunicación sobre las drogas con los hijos. Según reza el texto, "no por darles más y más información vamos a prevenir mejor el consumo. Lo importante es que esa información sea de calidad, adecuada a su edad y a sus conocimientos". Así, incluye recomendaciones para afrontar este tipo de conversaciones dependiendo de la edad de los hijos.

FACTORES DE RIESGO

   Por otro lado, el manual enumera los comportamientos y signos de alarma que, combinados, pueden indicar que existe consumo de drogas por parte de los menores, como irritabilidad, cambios bruscos de actitud y en la relación con los padres; bajada brusca de rendimiento escolar y problemas en la escuela; horarios de salida muy desfasados (por ejemplo, volviendo a casa a primera hora de la mañana o incluso más tarde); cambio de amigos y de costumbres; el manejo injustificado y extraño de dinero, y otros síntomas directos, como pasar de la euforia al cansancio extremo o la dilatación de las pupilas (que no se contraen ante la luz), que denotarían el consumo de estimulantes.

   Además, habla de las causas de inicio de los adolescentes en el consumo de estupefacientes, que pueden estar relacionadas con la accesibilidad a las sustancias, el entorno familiar y escolar, la necesidad de vencer la timidez o de pertenecer a un grupo.