PAMPLONA 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha editado una guía con los diez principales problemas que han preocupado a los ciudadanos en 2023, en los que destacan las subidas del recibo del gas, el cártel de coches, los gastos hipotecarios, fraudes o retrasos de vuelos.
Así, respecto al recibo del gas, la guía señala que "en muchas ocasiones, lo que ha sucedido es que se ha acabado el año de contrato y la compañía ha cambiado las condiciones, subiendo el precio notablemente". La empresa lo comunica en la última factura del periodo anterior. "Si efectivamente se comunicó el cambio de condiciones, el consumidor solo podrá cambiarse a la TUR o a otra empresa del mercado libre que le ofrezca mejores condiciones", señala Irache.
Por otro lado, las personas que compraron coche entre 2006 y 2013 "pudieron ser víctimas de unas prácticas comerciales desleales llevadas a cabo por los concesionarios y fabricantes que copaban el 90% del mercado en ese momento". "Los tribunales han reconocido la existencia de este cártel y han sancionado a las empresas", ha explicado Irache.
Como estas prácticas pudieron conllevar un encarecimiento del precio de los vehículos, los compradores pueden ahora reclamar el perjuicio sufrido. "La cuantía, que puede ir desde 1.500 euros a 9.000 euros, dependerá de cada caso en particular y lo determinará un informe pericial particular. Los afectados, que en Navarra se estima que pueden acercarse a los nueve mil, tienen hasta 2026 para reclamar", ha explicado la asociación. Ante la negativa de muchos vendedores de devolver el dinero, en Irache ya se está trabajando en la vía judicial.
Por otro lado, la asociación ha explicado que muchas personas han visto a lo largo del año cómo su vuelo se ha retrasado varias horas o incluso se ha cancelado. "Si el retraso supera las tres horas, siempre que el avión salga de la UE o cuando llegue a ella y la compañía aérea sea europea, el pasajero tiene derecho a compensaciones de 250, 400 o 600 euros en función de la distancia de vuelo, a no ser que el motivo del retraso sea una causa de fuerza mayor", ha señalado Irache.
Estas demoras han podido provocar otros daños añadidos a los pasajeros, como perder otros vuelos, reservas de hoteles, actividades o cualquier perjuicio laboral. En estos casos, si se consigue acreditar el daño, a la compensación determinada por el Reglamento, se puede sumar la de estos perjuicios añadidos, si bien muchas compañías no los dan por la vía extrajudicial, según ha explicado Irache. En temas de vuelos, también ha habido quejas por extravíos y daños en maletas.
En cuanto a los gastos hipotecarios, Irache ha señalado que es posible pedir la devolución de los gastos de la escritura, aunque "habrá que prestar atención a los plazos de prescripción de la acción, que cambia si se trata de un préstamo firmado en Navarra o en otro territorio". "Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de las cláusulas de gastos hipotecarios que se firmaron antes de 2015 eran nulas de pleno derecho, como han determinado los tribunales. Por ello, el consumidor tiene derecho, si está dentro de plazo, a que se tenga por no puesta y, en consecuencia, el consumidor reciba aquellos pagos a los que no debería haber hecho frente, que cambian en función del montante del préstamo y pueden ir desde cientos de euros hasta más de dos mil", ha añadido.
Otra de las quejas registradas por Irache se debe al cierre de un centro de estética de la Comarca de Pamplona a finales de verano. "Muchas personas ya habían pagado todo el tratamiento, que se elevaba a cientos de euros, y les quedaban todavía varias sesiones pendientes. Aún siguen llegando clientes a Irache por casos así. Desde la asociación se están enviando reclamaciones para interrumpir los plazos de prescripción y, ante la falta de una respuesta adecuada por parte de la empresa, se está estudiando la viabilidad judicial de los casos", ha explicado.
Además, son muchas las personas que acuden a Irache por problemas en las compras por internet. "Sucede en ocasiones que el producto se extravía y nunca llega a casa. En estos casos, se suele conseguir la devolución del dinero. Otras veces la compra llega con semanas o incluso meses de retraso. Algunos consumidores prefieren renunciar, pero, si lo aceptan, no es sencillo conseguir una compensación por el retraso, menos aún si no se especificó la fecha de entrega en la reserva. También se dan problemas cuando el consumidor devuelve el producto o por estafas a través de la red", ha apuntado.
Asimismo, acuden a la asociación ciudadanos que se quejan porque su seguro "paga poco". "El siniestro más repetido es, junto a los golpes en los coches, las fugas de agua en la vivienda. Sucede en ocasiones que la compañía hace una oferta de indemnización y, cuando el consumidor consulta empresas para realizar el trabajo, el trabajo resulta más caro. A veces el desacuerdo proviene de que en la póliza hay un límite para los daños estéticos o que, para un acabado estético de calidad, habría que cambiar todas las baldosas del baño, no solo las afectadas, y el seguro solo cubre el daño sufrido. También hay problemas con la asunción de responsabilidad entre el seguro de casa, el de otro vecino o de la comunidad, en función del origen de la fuga", ha indicado.
En el ámbito de la telefonía, "muchas personas relatan cómo cambiaron de compañía telefónica sin quererlo". "Una persona llamó por teléfono, les habló mucho rato y le entendieron que era de su compañía y que les iba a rebajar el precio. A los días le cambiaron el router y, sin saber cómo, ahora pagan más que antes por el teléfono, internet y televisión. Llaman a su anterior compañía, con la que estaban contentos, para volver y la recién contratada les cobra más de cien euros por la instalación del router y, a veces, otro cobro añadido superior a doscientos euros porque aceptaron por teléfono una cláusula de permanencia", ha señalado la asociación.
Por otro lado, vecinos en cuyos edificios se ha individualizado la calefacción buscan explicaciones. En muchos casos dicen que ahora tienen menos calor en casa y pagan más. "Han llamado al administrador, pero siguen sin comprender el funcionamiento ni el precio al que pagan el calor. Algunos se quejan de que las facturas que les pasan no coinciden con el consumo del contador, otros protestan porque han tenido que pagar ya varias veces la reparación del termostato o se muestran molestos porque nadie se hace cargo de las averías o del mal funcionamiento", ha destacado la asociación.
Finalmente, se han dado con frecuencia los casos de personas que han descubierto en sus cuentas bancarias cargos por miles de euros que ellos no han efectuado. En ocasiones son compras en el extranjero. Otras veces el consumidor recibió en esas fechas un SMS aparentemente de su banco y una llamada posterior en la que le decían que necesitaban sus datos, precisamente para proteger mejor sus cuentas. "En estos casos es importante, en cuanto se detecta el cargo, bloquear las tarjetas y cuentas y poner una denuncia ante la policía", ha explicado Irache.