PAMPLONA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Navarra ha declarado Bien de interés cultural inmaterial el Tributo de las Tres Vacas, el tratado internacional vigente más antiguo que se conserva en Europa. El acuerdo, que data del siglo XIV, puso fin a las disputas entre los valles fronterizos de Roncal y Baretous (Alto Bearn-Francia) por el disfrute de los pastos.
El tributo es la aportación en especie (tres vacas) que los ganaderos del valle de Baretous deben pagar a sus vecinos fronterizos de Isaba, Garde, Urzainqui y Uztárroz, todos ellos en el valle de Roncal, por el derecho al disfrute de sus pastos. Las reses que se entregan tienen que ser "sine mácula" (sin mancha) y del mismo "astaje, pelaje y dentaje".
El tratado está basado en la llamada sentencia arbitral de Ansó, después de que las partes buscaran en este municipio aragonés de los Pirineos -que entonces pertenecía a un reino diferente a los litigantes- a un mediador para dirimir sus asuntos.
Cada 13 de julio se celebra un acto ceremonial en el collado de Ernaz (Isaba), junto a la piedra de San Martín, que señala la muga número 262 entre España y Francia, para rememorar el acuerdo. Ese día, los alcaldes de los valles de Roncal y Baretous, ataviados con la indumentaria tradicional de la zona, ponen sus manos sobre la piedra y pronuncian la expresión "pax avant" (paz de ahora en adelante) en señal de concordia y colaboración.
La fiesta tiene su origen en 1375. Ya en el siglo XVI, el historiador Garibay se refirió a este tratado, dejando constancia de su antigüedad. En el siglo XIX, el Gobierno francés lo suprimió unilateralmente, pero los propios baretouses exigieron su restablecimiento debido a que necesitaban los pastos para su ganado. En la actualidad, la ceremonia se ha convertido en un acto de carácter popular muy visitado.