Actualizado 06/06/2007 02:00

Agustín Jiménez.- Sabor a banana

MADRID 6 Jun. (OTR/PRESS) -

El besuqueo de Sarkozy con Zapatero a las puertas de Moncloa no se emitió en el telediario francés hasta el minuto veinte y pico, y eso a continuación de otra visita que había cursado el flamante vecino húngaro. En TVE fue la portada del telediario. Una hora después del besuqueo, el pequeño gran hombre Sarkozy había convencido a España de propósitos por los que nuestra administración había refunfuñado previamente. Justo al día siguiente, se dignó visitarnos la Rice, que había anunciado y desanunciado varias veces su intención de visitar el Manzanares. Fue el delirio. Su avión particular aterrizó en pantalla como si dentro fuera el Papa con el viático. Tras el obligado espacio de rigor en que, a diario, se consignan los peditos de los jugadores del Madrid o del Barça, el presentador del telediario dejó que la propietaria del avión largara sandeces en exclusiva mundial a TVE para remachar la bronca que había echado en público a un Moratinos que suponemos eufórico. Sus intervenciones más agudas las reservó para Cuba. La Rice sabe tanto de transiciones democráticas como Acebes de prevención del terrorismo. La Rice es la negra que, ese día, llevaba falda blanca y que ha arreglado lo de Irán, lo de Afganistán, lo del Líbano, lo de Palestina, lo de Sudán; Acebes es ése que, si lo escucha una una persona sin preparación, le entran ganas de ir a votar a Miguel Sebastián.

Y ya está. Se acabó el aislamiento internacional de Zapatero y de Lorenzo Milà. El presidente anterior nos metió en guerra a cambio del privilegio de colocar las patas encima de la mesa de Bush. El actual, por las lentejas de un telediario de pueblo, se arrepiente de haber sido el único hombre que se enfrentara al rufián en serie y a la negra de la falda blanca. Y se congracia con ellos ahora, cuando las personas guapas evitan aparecer en público con el palurdo tejano y cuando el único progreso de la diplomacia de Rice ha sido la apertura de Corea del Norte, que, con la ayuda de Dios, hicieron posible los chinos. ¿Será por la crítica constructiva que ha estado estructurando la banda de Acebes, tan cosmopolita, tan atenta al interés de España?

¡Qué duda cabe de que una potencia de importancia media está obligada a cautelas específicas! Lo que no le impide mantener una holgada posición en el concierto de las naciones, que es muy relativo. Después de las visitas de Sarkozy y Condo, vencimos al equipo de Letonia, país muchísimo más retrasado que el nuestro, como prueba el hecho de que arrestaran a un chaval por mancillar presuntamente la banderita nacional de allí. Aquí, esta temporada, la única bandera que no se puede mancillar es la de Navarra... (¿Cómo es la bandera de Navarra?)

Agustín Jiménez.

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