Actualizado 06/11/2010 13:00

Andrés Aberasturi.- ¿Vetar es comunicar?.

MADRID 6 Nov. (OTR/PRESS) -

Preguntado el señor Rubalcaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre no recuerdo qué propuesta del Partido Popular, tiró de manual y se excusó porque, según dijo, el PP hace tantas propuestas una veces para subir el gasto y otras para bajarlo que ya era imposible saber lo que querían; naturalmente terminó diciendo el Gobierno estaba siempre dispuesto a discutir cualquier iniciativa de cualquier grupo que pueda mejorar la situación económica.

Y claro, decir esto justo cuando ese Gobierno tan dispuesto ha vetado la discusión sobre la congelación de las pensiones presentada por todos los grupos parlamentarios salvo los "comprados" PNV y CC (ya sé que esta palabra es dura, pero las cosas son como son), decir esto en estos momentos resulta por lo menos contradictorio. Porque el derecho a veto del Gobierno a muchos nos sigue pareciendo un disparate democrático que nunca debió existir y que nadie, salvo el presidente Zapatero, ha usado nunca; Felipe González estuvo a punto, pero supo retirarse a tiempo y dejó que el Parlamento cumpliera su misión. Así que habrá que recordar al súper ministro Rubalcaba, que eso de que el Gobierno está abierto a discutir o estudiar lo que sea, pues va a ser que no.

Y por otra parte está lo que Rubalcaba le parece una contradicción: que el PP pida unas veces aumentar el gasto y otras disminuirlo. No voy a explicar yo la política del PP que para eso están ellos si es que quieren o si que saben, pero como resulta que desde mi humilde sillón de orejas soy de los que creen que no hay contradicción en pedir aumento y disminución sino lógica, me siento aludido por lo que al parecer, le resultan incoherente a Rubalcaba.

Pues claro que hay que aumentar el gasto público en unas cosas y disminuirlo en otras, de eso se trata precisamente y es en ese capitulo fundamental en la que el 80 por ciento de los españoles suspenden al Gobierno, en su gestión de la crisis, en ahorrar demasiado en unas cosas y despilfarrar en otras. No hay ninguna contradicción en pedir a la vez el aumento del gasto y su disminución si uno no se queda en el titular y sigue leyendo. Lo malo, lo peor, es que en lo que ha vetado el Gobierno al Parlamento, en el debate que nos ha hurtado haciendo uso de esa vergüenza democrática, los grupos parlamentarios ofrecían posibles soluciones para evitar la congelación de las ya de por si miserables pensiones, decían de donde ahorrar para poder luego gastar o pagar. No hay ni contradicción ni incoherencia sino ganas de trabajar, de echar cuentas, de sacrificar cosas y no recurrir a lo más fácil: subir los impuestos y congelar las pensiones. Es posible que los grupos parlamentarios estén equivocados y el Gobierno tenga razón, pero eso nunca lo sabremos porque el debate no va a ser. Si en eso consiste la política comunicativa del nuevo ejecutivo, los españoles y el PSOE lo tenemos crudo.

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado

Foto del autor

Victoria Lafora

¡Qué vergüenza!

Foto del autor

Carmen Tomás

Ellos se forraban y tú pagabas

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Lo único que Sánchez no puede hacer es no hacer nada

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba