Actualizado 15/06/2010 14:00

Antonio Pérez Henares.- Apeado a la fuerza del burro.

MADRID 15 Jun. (OTR/PRESS) -

Zapatero no se ha caído del caballo, lo han apeado a la fuerza del burro, que no es lo mismo. No ha rectificado -nadie le ha oído una mínima autocrítica por sus errores pasados- sino que le han obligado a hacer lo contrario de lo que hacía y predicaba. El giro de 180 grados no lo exime de haber agravado, con su pertinaz e ilusoria huida de la realidad, y hasta extremos peligrosísimos para España, la crisis económica. Las medidas que ahora no tiene más remedio que tomar hubieran sido mucho menos dolorosas si se hubieran afrontado a tiempo. Su responsabilidad es mucha y no puede ser eximido de ella por su forzada conversión. Dicho lo cual, bienvenida sea la cordura, aunque sea a palos.

Sus exegetas, sus brazos de madera y las siempre dispuestas voces de su amo, defenderán, sin embargo, una cosa y la contraria. Que hizo todo bien antes y que lo está haciendo de maravilla ahora cuando lo que hace es exactamente lo opuesto a lo anterior. Pero por la misma razón tampoco puede criticarse su anterior ejecutoria y la que ahora empieza a tomar. Sería caer en el mismo error que se denuncia.

Puede, eso también, señalarse su palmaria contradicción y que la improvisación y urgencia obligada, con que ahora ha de actuar, lleva a crueldades como la congelación de las pensiones que quizás hubiera sido posible evitar. Y que ha perdido un tiempo precioso que es particularmente notorio en la reforma laboral, porque quien estaba en el bunker con los sindicatos y además lo lideraba, era él mismo. El que ahora debe hacer a golpe de decreto lo que juró y perjuró no hacer jamás. Pero, sin duda, aunque sea tarde y no le quede más remedio, porque las tropas de la coalición alemano-francesa, con el apoyo del marine Obama, lo han sacado del bunker con lanzallamas, es mejor que lo haga.

En suma, que su prestigio, por los suelos, su credibilidad, socarrada, y sus débitos a la sociedad española son cosa suya y de la que deberá rendir cuentas ante las urnas, si es que llega, pero que haga de una vez lo que debe. Ahora bien, es demasiado pedir que encima se le aplauda, porque no es digno de palmas quien hace las cosas, a la fuerza, contra sí mismo y obligado.

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Váyase ya, señor Sánchez

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Con la Iglesia has topado, amigo Sánchez

Foto del autor

Victoria Lafora

¡Qué vergüenza!

Foto del autor

Carmen Tomás

Ellos se forraban y tú pagabas