MADRID 14 Oct. (OTR/PRESS) -
No es que sea necesario. Es que resulta imprescindible, urgente y ejemplar. Pasarse incluso por exceso después de haberlo hecho tantos lustros por defecto, por ampararlo, propiciarlo o por mirar para otro lado e intentar esconderlo bajo las alfombras. Las acequias de la vida publica española, política, económica y social, son un lodazal. Están a rebosar de cieno maloliente, de detritus y broza. El agua se las ve y se las desea para poder fluir por ellas y así todo el huerto amenaza secarral. O se dragan, se limpian y vuelve a correr limpio el líquido democrático por ellas o pueden venir, que ya asoman, algunos a proponer que lo mejor es dinamitar el manantial. Que esa y no otra es la receta de Podemos, volar el manadero y la presa. Y hay quienes, y no pocos, que se apuntan a dinamiteros. Sobre todo cuando lo que les llega es que una ristra de gentes de todo pelaje ideológico pero de idéntica catadura moral han hecho lo que han hecho y que ha llegado al paroxismo en esa desvergüenza máxima de las tarjetas negras de caja Madrid. Si alguien necesita una encarnación exacta de la "casta", ahí está.
La reacción del nuevo secretario general de PSOE, más allá de los gestos a la galería o incluso con ellos hay que ponerla en valor. Y la pongo en lo que merece. No estaría nada mal que el PP escenificara con el misma énfasis y contundencia aunque no se dejan de contemplar los ceses y dimisiones producidos. Tan obligatorios en este caso como insuficientes. Porque hay que ir más allá. La tolerancia cero solo tiene un camino. Devolución del dinero, expediente y expulsión. Lo demás solo se interpretará como amparo a quienes han transgredido, y no me meto en lo legal, cualquier contención ética y cualquier resquicio de dignidad. Y esto vale también para IU y los sindicatos, los unos muy "indignados" pero cuyos representantes de devolver la panoja ni mención y los otros en sordina por arriba, excusas vergonzantes y mentirosas por parte de los afectados y el mismo plan: que de la pasta ni hablar.
Pero lo dicho, pongo en valor la escenificación de Pedro Sánchez, un algo exagerada en Don Limpio, con camisa blanca, pero que no viene para nada mal. Como también esa propuesta de exigir a los ex presidentes que no dupliquen privilegios con enchufes de máximo rango y retribución. A la que sin embargo pongo un pero. Que la clame solo para ciertos asuntos y en otros siga sin querer entrar. Y voy a poner dos ejemplos de predica y trigo que son la prueba del nueve que habrá de pasar. La primera es Andalucía donde esto bien puede parecer pecata minuta ante lo que allí se ha distraído en esa inmensa y normalizada red clientelar. Y una segunda que son dos ejemplo muy concretos de mi región, Castilla-La Mancha donde este sermón choca con la realidad. Desde el gobierno de Cospedal se intentó que los privilegios de que goza el expresidente Bono, aprobados por los suyos cuando era todopoderoso virrey, fueran anulados. Se llevó a las Cortes y no pudo hacerse, y es un dinero importante en despacho, chofer, secretarias, porque el PSOE, el que dirige ahora Emiliano García Page se negó. Como hacia falta una mayoría de 3/5 y no bastaba con la mayoría absoluta sus diputados regionales se salieron de la votación y la moción no pudo tener efectos. ¿No es ahora el momento de que se replantee esa situación? ¿O lo que se predica en Madrid no vale para Toledo, o para Galicia o para Extremadura donde Pérez Touriño andan en situación similar? . O esa demanda de mas de 80 ex cargos públicos socialistas de Castilla-La Mancha que se hicieron aprobar un cholo de una especie de "indemnización de por vida" por la cual si eran funcionarios al cesar se le pagaría por siempre un complemento que puede llegar a diez mil euros al año más que a un compañero de trabajo que desempeña idéntico trabajo y labor. Aquello si logró se aprobado, pero ellos recurrieron a los tribunales. Y digo yo. En esa regeneración ética no debía exigírseles por el PSOE -a Page le pareció bien su recurso- que o bien renunciaran a mantenerlo o entregaran el carnet. A lo mejor Sánchez no sabe que tiene gente, muy, muy cercana a él, en esta situación